Tribulaciones con los torniquetes



Imaginen que un torniquete les fastidia la banda magnética del abono de transportes, algo que suele ocurrir con irritante frecuencia, sobre todo en los de Renfe. Imaginen que a continuación tienen que coger el metro en una cualquiera de las estaciones de la línea 3, en la que la reciente “modernización” se llevó por delante las taquillas. Imaginen, algo que también suele ser habitual, que el empleado de Metro que teóricamente debería estar allí para atender las incidencias brilla por su ausencia. Imaginen que entonces, pese a contar con un título de transporte válido, se ven obligados a “colarse” ante la falta absoluta de soluciones a un problema del que no se es culpable, pero cuyas consecuencias se padecen gracias a la negligencia continua e impune de los responsables de esos servicios públicos que pretenden vendernos como modélicos. Imaginen que esto se repite cada cierto tiempo.

Imaginen mi cabreo...


Publicada el 26-1-2010 en ADN