En relación con la polémica desatada sobre el uso del velo islámico en los colegios, me ha sorprendido sobremanera el “argumento” esgrimido por algunos presuntos progresistas -incluido el propio ministro de Educación- según el cual el derecho a la educación debe prevalecer sobre la indumentaria... ¿sin límites? Imagínense ustedes que alguien pretendiera asistir a clase ataviado con un uniforme nazi. ¿Se lo permitirían en aras de este mismo derecho? ¿O es necesario establecer excepciones?

Por otro lado, incurriríamos en un grave error si consideráramos que se trata de una simple cuestión de indumentaria, sobre todo teniendo en cuenta el desaliño con el que acostumbran a vestir muchos chavales. El verdadero problema no es el pañuelo en sí, eso es irrelevante, sino todo lo que tiene detrás, una concepción machista y medieval de la religión que por fortuna los españoles hace mucho tiempo dejamos atrás... mientras que algunos musulmanes, según todas las evidencias, no.