“Casado mantendrá la guerra total al Gobierno en base a sondeos que constatan el regreso de votantes que estaban en Vox”.

No es cuestión de ideología, vaya por delante, sino de talla personal y política. Hay que ser muy mezquino para intentar aprovecharse de la tragedia por la que esta pasado España buscando rebañar unos magros réditos políticos a costa de la desgracia de tanta gente, hipotéticos además puesto que nada garantiza que en una situación tan anómala los resultados de un sondeo se vayan a traducir finalmente en votos.

Y luego irán de patriotas, porque además de mezquinos son hipócritas. El patriotismo de verdad, y esto es aplicable a todos y no sólo al PP, consistiría en dejar aparcadas sus disputas políticas y arrimar el hombro para ayudar a salir del bache, tal como lo están haciendo, sin ir más lejos, en el vecino Portugal. Ya vendrá el tiempo de las reclamaciones y los reproches, pero ahora no es el momento por mucho que discrepes con la política del gobierno, el único que tenemos en estos momentos nos guste o no.

Pero para entender esto hay que valer personal y políticamente bastante más de lo que valen la mayoría de los políticos actuales, al menos los de primera fila, porque entre medias, y eclipsadas por las de los figurones, sí he oído algunas voces sensatas, entre ellas las de algunos políticos del PP; pero no evidentemente la de Casado ni la de Díaz Ayuso.