Reflexiones políticas
El alcalde de Bienvenido
Míster Marshall no se diferenciaba demasiado de los políticos
reales
Bofetadas a diestro y siniestro
Desde la perspectiva de un ciudadano corriente, la derecha nunca puede ser buena. Pero sería un error considerar a todas las derechas iguales; las hay malas, y las hay peores.
Desde esta misma perspectiva, la izquierda debería ser buena. Pero la experiencia demuestra que, la inmensa mayoría de las veces, no lo es.
Cabreo ecuménico
Dícese del desarrollado, cada vez con más intensidad, por una gran mayoría de ciudadanos hacia la totalidad del espectro político español, sin distinciones significativas de siglas o ideologías. Es asimismo extensible a otros estamentos importantes del país tales como la monarquía, los sindicatos o las grandes empresas suministradoras de servicios básicos como electricidad, gas, telefonía o banca.
¿De verdad son necesarios los políticos?
Bélgica es uno de los países que yo denomino estados imposibles, aquellos que teniendo en contra la historia, la lengua, la cultura, la estructura social o el tamaño, según toda lógica no deberían existir... y sin embargo existe a pesar de la división entre sus dos comunidades -valones y flamencos-, reina allí la paz social e incluso, en plena crisis económica, es uno de los más prósperos de la Unión Europea, para envidia de los españoles.
Se da la circunstancia, además, de que a raíz de las elecciones de junio de 2010 Bélgica estuvo la friolera de año y medio sin gobierno, lo que no impidió que los engranajes del país siguieran funcionando perfectamente. Incluso, si me apuran, pudiera ser que hasta haya funcionado mejor sin tanto caciqueo y sin nacionalismos haciendo la puñeta.
Así pues, y trasladándonos al escenario de la España de nuestros pecados, lo que me preguntaba entonces, era lo siguiente: ¿funcionaríamos nosotros también mejor sin políticos? Con el tiempo, tras dos elecciones fallidas y casi una tercera, tuve la respuesta: ciertamente, después de casi un año sin gobierno constituido -eso sí, con el saliente en funciones, no todo iba a ser perfecto-, no se puede decir que la cosa fuera demasiado mal; al menos, no significativamente peor.
Definición de político
Dícese de aquel a quien no se le puede dar ni la hora por el peligro de que se quede con ella; y si puede, se quedará incluso con el reloj.
Democracia y partidos políticos
En contra de lo que muchos creen y de lo que los propios interesados pretenden hacernos creer, los partidos políticos son perfectamente posibles sin democracia. De hecho, rara es la dictadura que no cuenta con cuanto menos un partido único. Ahora bien, ¿sería posible una democracia sin partidos políticos? Quizá no sólo fuera viable sino también preferible, visto lo visto.
Derecha lista, derecha tonta
Derecha lista: dícese de aquella que encierra a una gallina en una jaula diminuta, le da de comer tan sólo lo suficiente para que no pase hambre, y se apodera de todos los huevos que pone.
Derecha tonta: dícese de aquella que coge a una gallina, no le da de comer, le corta el pescuezo para hacer un caldo con ella y además pretende que le siga dando huevos.
¿Adivinan ustedes cuál de las dos derechas es la que campa por sus respetos en España?
Descartes 2.0
Pienso, luego preocupo a los políticos.
El frescor salvaje del liberalismo
Yo siempre digo que aborrezco las sociedades policíacas, pero que me tranquiliza comprobar que éstas cuenten con policía. De la misma manera, no es necesario ser simpatizante de los sistemas totalitarios que, como los extintos -al menos en Europa- regímenes comunistas, pretendían controlar hasta el último detalle de la economía, para rechazar un presunto ultraliberalismo económico que a lo único que conduce es a que el pez grande se coma al chico y a que la clase media, la auténtica espina dorsal de la sociedad, se vea desmantelada, o cuanto menos muy amenazada, por estos tiburones que entienden la libertad tan sólo como una vía libre para practicar sus desmanes.
Haz lo que digo...
Pero no lo que hago. Resulta que los políticos de esta derecha española que tenemos la desgracia de padecer, más propios de siglos pasados que del actual, se están dedicando a desmantelar de forma sistemática todo lo público, a lo que aparentemente aborrecen, con la falsa excusa de que lo privado siempre funciona mejor... lo cual suele ser cierto, eso sí, para quienes aprovechan para hacer pingües negocios con ello.
Sin embargo, se da la llamativa circunstancia de que, después de haber estado chupando durante años de las arcas públicas en su condición de cargos electos, tras dejar -al menos teóricamente- la política resulta que todos ellos acostumbran a ser casualmente funcionarios en excedencia, que por supuesto vuelven a cobrar un sueldo, que no suele ser precisamente de auxiliar administrativo, a costa de esta administración pública de la que tanto abominan de puertas para afuera. Eso sí, que trabajen de verdad es ya otra historia, por mucho que anatemicen a los funcionarios de verdad por sus presuntas vaguería y falta de rendimiento.
Todo ello sin contar, claro está, con la larga lista de parientes, amigos y paniaguados varios a los que acostumbran a enchufar en cargos para los que no es requisito indispensable pasar por el filtro de una oposición.
La honradez de los políticos
La honradez de los políticos, al igual que los yogures, casi siempre suele tener fecha de caducidad.
La ITP
Ya tenemos ITV (inspección técnica de vehículos). Ya tenemos ITE (inspección técnica de edificios).
¿Para cuándo una ITP (inspección técnica de políticos)? Porque visto como está el patio, está haciendo más falta que el comer.
Juego limpio
Con la democracia, en el fondo, ocurre exactamente igual que con el póker. De poco te sirve respetar las reglas del juego si tropiezas con un tahúr dispuesto a hacer trampas en beneficio propio.
Maquiavelo siglo XXI
El político honrado no es aquel que no tiene nada que ocultar, sino el que sabe ocultarlo tan bien que está seguro de que nunca lo podrán encontrar.
Milagros
Multiplicar un puñado de panes y de peces, o convertir el agua en vino son, se mire como se mire, milagros de aficionado.
Para milagros de verdad, los de los políticos. Porque multiplicar las deudas de las difuntas cajas de ahorros hasta cifras tan apabullantes que acaban siendo imposibles de comprender, o retorcer la realidad con la habilidad suprema de podernos convencer -al menos a muchos- de que lo blanco es negro, créanme que no está al alcance de cualquiera.
No es lo mismo
Aunque la mayoría de los políticos españoles, salvo honrosas excepciones, han demostrado ser nefastos, esto no quiere decir que todos sean iguales; algunos son indiscutiblemente peores.
Así, mientras que José Luis Rodríguez Zapatero dejó al edificio sin tejado y a la intemperie, lo que no es poco, Mariano Rajoy parece estar empeñado en demolerlo hasta sus mismos cimientos, lo cual, se mire como se mire, es infinitamente más grave.
La noche y el día
En Islandia han procesado judicialmente a su ex-primer ministro bajo la acusación de negligencia en la gestión económica de su gobierno, lo cual acarreó graves trastornos a este pequeño país escandinavo.
En España, pese a que los malos -o pésimos- gestores abundan más que las pulgas en los perros, los políticos suelen irse de rositas y libres de toda responsabilidad por más que su gestión haya resultado catastrófica. Y ni siquiera sirve que éstos hayan incurrido en graves -y sobradamente demostrados- casos de corrupción o, directamente, de latrocinio; siempre habrá un oportuno jurado popular que los absuelva.
Es una lástima que en Islandia haga tanto frío, porque de no ser así, irse a vivir allí podría resultar una alternativa digna de consideración.
Las otras cracias
Oclocracia: gobierno de la muchedumbre, o tiranía de la mayoría.
Partitocracia: monopolio de la democracia por los partidos políticos.
Plutocracia: control de la sociedad por parte de la oligarquía económica.
Vista la realidad cotidiana, me pregunto si nuestro sistema político será una democracia verdadera o si, por el contrario, se tratará en realidad de alguna de estas otras cracias, o bien de una combinación de ellas.
Parábola
Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un político español entre en la cárcel.
Parábola de la vaca famélica
Érase una vez un granjero que tenía una vaca a la que cada vez daba menos de comer ordeñándola más y más en un intento de sacarle más leche. La pobre vaca cada vez comía menos pero seguía dando leche, hasta que un buen día dejó de darla. Indignado, el granjero la castigó sin comida, con lo cual lo único que consiguió fue que la vaca muriera de inanición, quedándose sin vaca y sin leche.
Advertencia: cualquier parecido de la historia relatada en esta parábola con la actual situación política y económica de España no es pura coincidencia.
Los peligros del populismo
A estas alturas la gente -la sensata, claro, la otra no cuenta- se está llevando las manos a la cabeza ante el auge, al parecer imparable, del populismo más zafio y rastrero, no sólo en Europa con la plaga de nacionalismos varios que nos asola, sino ahora también en los Estados Unidos. Sin embargo, yo me pregunto donde está el verdadero problema, en la existencia de unos políticos mesiánicos que en poco se diferencian de los antiguos charlatanes de feria, o en los rebaños de necios que se dejan arrastrar por semejantes oportunistas. Y aunque el populismo, como cualquier otra mentira, tiene las patas muy cortas, cuando hasta los más cretinos acaban dándose cuenta de que han sido engañados el mal suele estar, por desgracia, ya hecho.
Política canina
A los políticos, al igual que a los perros, les encanta marcar las esquinas de lo que consideran su territorio.
Predicar con el ejemplo
En estos momentos de crisis económica nuestros políticos no sólo se están hartando de predicarnos la necesidad de hacer sacrificios de todo tipo para afrontar las consecuencias de su pésima gestión de años anteriores, sino que además nos los están imponiendo manu militari mediante el expeditivo método de subirnos los impuestos, bajarnos el sueldo, facilitar los despidos o suprimir prestaciones sociales.
Eso sí, a ellos que no les toquen sus abusivos y autootorgados privilegios, económicos o de cualquier otro tipo, por más que gracias a los mismos se hayan convertido en garrapatas parásitas de la sociedad. Y si alguien osa cuestionar estas prebendas les faltará el tiempo para saltar, sin distinción alguna de ideologías, esgrimiendo con total desfachatez excusas tan peregrinas del tipo de que se pretende desprestigiar a la clase política española -como si no supieran desprestigiarse ellos solitos-, que no es el momento para realizar esos recortes de sus sueldos -¿cuándo, si no?- o que los políticos españoles son de los peor pagados de Europa, olvidándose de que a los trabajadores españoles nos pasa exactamente lo mismo y nos aguantamos.
Lástima de guillotina...
Receta
Mézclese, en proporciones aproximadamente iguales, una izquierda autista y una derecha rapaz. Si no se encuentra de esta última, se puede sustituir por derecha cavernícola, y el resultado será parecido. Sazónese a su gusto con nacionalismos tribales varios; con cuidado, ya que aun en pequeña cantidad suelen ser bastante indigestos. Si se desea, se puede adornar también con unos sindicatos paniaguados. Hornéese con unas elecciones y se obtendrá, como resultado, una excelente muestra de la política española.
Reflexión bíblica
Si el desconocido autor del libro del Éxodo hubiera vivido en nuestra época, muy probablemente habría incluido una más, la undécima, entre las plagas de Egipto: los políticos.
Refrán
Quien da pan a político, propio o ajeno, pierde pan, pierde político, pierde la cartera, pierde el reloj y, a poco que se descuide, perderá también la mano.
Las revoluciones
Con las revoluciones ocurre igual que con las armas: hay que tener mucho cuidado con ellas, porque las carga el diablo.
Revoluciones de ida y vuelta
Con las revoluciones ocurre lo mismo que con los regímenes de adelgazamiento: por muy bien que marchen al principio, tarde o temprano se acabará recuperando todo lo que tan penosamente se eliminó.
Seriedad
El día que vea entrar en la cárcel a los políticos corruptos y a los banqueros corruptos, empezaré a creer que vivo en un país medianamente serio.
Ventajas de la democracia
Algunas repúblicas son tan democráticas que en ellas hasta un cretino puede llegar a ser su presidente. En las monarquías, por el contrario, ni siquiera le será necesario ganar unas elecciones para convertirse en rey.
Publicado el 7-3-2012
Actualizado el
8-4-2018