José es un nombre de origen hebreo que, según las enciclopedias, significa “Dios aumenta” o “Dios me ayuda”, y su popularidad dentro del orbe cristiano se debe a que el santo de este nombre fue el padre putativo (de ahí el apelativo familiar de Pepe, por el P.P. que aparecía en los calendarios debajo de su nombre) de Jesucristo. Sus variantes femeninas son Josefa y Josefina.

San José es el patrón de los carpinteros, ya que según los Evangelios ésta era su profesión, y de los ingenieros técnicos industriales. En 1870 el papa Pío IX lo proclamó patrón de la Iglesia Católica, y asimismo se acogen a su patronazgo los seminarios, razón por la cual la Iglesia celebra el domingo posterior a su festividad el Día del Seminario. Según el calendario litúrgico su fiesta tiene lugar el 19 de marzo, fiesta grande en Valencia., y asimismo se celebra este mismo día, en toda España, el Día del Padre.

En 1955 el papa Pío XII instituyó la fiesta de San José Obrero el día primero de mayo, con objeto de cristianizar la Fiesta del Trabajo instaurada a finales del siglo XIX por las organizaciones obreras, lo que amplió su patronazgo a la totalidad de los trabajadores.

La iconografía le representa habitualmente en sus tareas de carpintero o llevando de la mano al Niño Jesús, en muchas ocasiones portando una vara florecida que hace alusión a una tradición piadosa según la cual, estando reunidos en el Templo José y los otros jefes de las 12 familias para encontrar esposo a María, la vara que a modo de bastón sostenía entre sus manos floreció al mismo tiempo que una paloma blanca descendía sobre su cabeza simbolizando el deseo de Dios de que fuera él el esposo de María.

San José de Calasanz, por Goya

Además del esposo de la Virgen el santoral católico recoge a muchos santos de este nombre, de los cuales los más conocidos son San José de Arimatea, citado en los Evangelios por haber sido él quien dio sepultura a Cristo, cuya festividad se celebra el 17 de marzo y San José de Calasanz (1557-1648), fundador de la orden de los escolapios, festividad el 25 de agosto. A ellos se suman el obispo San José de Tesalónica (m. en 832), festividad el 15 de julio; San José Himnógrafo (816-883), festividad el 3 de abril; San José de Leonessa (1556-1612), capuchino, festividad el 4 de febrero; San José Cupertino (1603-1663), festividad el 18 de septiembre; San José Oriol (1649-1702), festividad el 5 de marzo; San José Pignatelli (1737-1811), restaurador de la orden de los Jesuitas, festividad el 24 de noviembre; San José Fernández (1775-1838), dominico español martirizado en Vietnam, festividad el 24 de julio; San José Benito Cottolengo (1786-1842), festividad el 30 de abril; San José Cafasso (1811-1860), festividad el 23 de junio; San José Baldo (1843-1915), fundador de la congregación de las Pequeñas Hijas de San José, festividad el 24 de octubre; San José Marello Vialle (1844-1895), obispo italiano fundador de la Congregación de los Oblatos de San José, festividad el 30 de mayo; San José Allamano (1851-1926), fundador de la comunidad de los Padres de la Consolata, festividad el 16 de febrero, o San Josemaría Escrivá de Balaguer (1902-1975), fundador del Opus Dei, festividad el 26 de junio.

Por último existen también numerosos mártires nativos de países como Corea, Vietnam o Uganda, asesinados la mayor parte de ellos a lo largo del siglo XIX, así como un nutrido conjunto de beatos. Conviene no olvidar tampoco, aunque no tenga categoría de santo, al patriarca bíblico José, cuya historia tanta importancia tuvo para los judíos a su llegada a tierras de Egipto.

Dado lo popular de este nombre, han sido muchos los Josés que se han significado de una u otra manera a lo largo de la historia, aunque curiosamente no se puede decir que haya sido frecuente entre los monarcas: Cabe recordar a José Bonaparte, hermano de Napoleón y efímero rey de España, al emperador austríaco Francisco José I, a dos emperadores alemanes, a un rey de Portugal, a un príncipe de Liechtenstein y a la emperatriz Josefina, la primera esposa de Napoleón. Dentro del apartado de gobernantes y estadistas nos encontramos con el dirigente yugoslavo Josip Broz Tito, el sanguinario Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, más conocido como Stalin, y Giuseppe Garibaldi, forjador de la Italia moderna.

Asimismo son frecuentes las poblaciones que ostentan el nombre de San José, principalmente en el continente americano, siendo las más conocidas la capital de Costa Rica y la ciudad de San José de California.