Pese a que para muchos alcalaínos suele pasar desapercibida, lo cierto es que la presencia del cardenal Cisneros en Madrid es numerosa. Para empezar están varios retratos suyos que, junto con otros objetos, fueron arramblados en el siglo XIX por la recién creada universidad llamada entonces Universidad Central y ahora, impropiamente, Complutense, los mismos que cierto rector de cuyo nombre no quiero acordarme “prometió” ceder para un museo engañando de forma descarada al ingenuo ayuntamiento alcalaíno de la época.

Relieve de Bigarny (izquierda) y busto de Villabrille (derecha). Universidad Complutense

Según la página web de esta universidad, posee un lienzo de 166 x 109 centímetros atribuido a Eugenio Cajés (1575-1634), aunque según otras fuentes sería anónimo; un relieve de alabastro policromado de 330 x 255 obra de Felipe Bigarny (1475-1542), y un busto de terracota de 78 x 60 cm. realizado por Juan Alonso de Villabrille (1663-1732). A ellos se suma un escudo heráldico del cardenal, de 140 x 100 cm., en madera policromada.

Escudo heráldico del Cardenal Cisneros
Universidad Complutense

Curiosamente todas estas obras fueron realizadas con posterioridad al fallecimiento del cardenal en 1517. La más antigua de ellas es el relieve, que data de 1518. El cuadro está fechado en 1604, el busto es de comienzos del siglo XVIII y a esta misma centuria corresponde también el escudo.

Estatua de Víctor Ochoa. Ciudad Universitaria

Otra vista de la estatua de Víctor Ochoa

Mucho más reciente que las anteriores, puesto que data de 1993, es la escultura que se encuentra situada en los jardines del rectorado de la Universidad Complutense de Madrid, en el recinto de la Ciudad Universitaria y más concretamente en la confluencia de la carretera de la Coruña con la avenida de Séneca, muy cerca del Arco de Triunfo de la Moncloa. Fue realizada por el escultor Víctor Ochoa Sierra (Madrid, 1954), y representa al cardenal, en un estilo bastante vanguardista, aunque figurativo, sentado e inclinado hacia delante en una postura que se me antoja un tanto forzada. En el brazo izquierdo sostiene unos libros, mientras el derecho reposa sobre sus rodillas. La figura, realizada en bronce, reposa sobre una semiesfera de un material que parece ser, por el color, acero cortén, la cual a su vez está rodeada por un reborde circular en el que está escrita la siguiente inscripción:

LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID AL CARDENAL CISNEROS

Una placa metálica recuerda el nombre del escultor, el del cardenal y el año de erección, mientras una lápida de piedra situada en el césped que rodea a la escultura hace mención a los motivos por los que la estatua fue erigida:

CARDENAL CISNEROS
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
1293 - 1993
VII SIGLOS DE FUTURO
RECTOR D. GUSTAVO VILLAPALOS

Se da la circunstancia de que, mientras los anteriores objetos fueron fruto del expolio del patrimonio artístico de la antigua universidad alcalaína, en esta ocasión lo expoliado fue su historia y aun la de la propia ciudad de Alcalá, ya que este rector no tuvo el menor reparo a la hora de cometer la tropelía de atribuir a la universidad madrileña, fundada en 1836 sobre las cenizas de la extinta universidad complutense, no sólo la antigüedad de ésta, creada por el cardenal Cisneros en 1499, sino incluso, porque al parecer cinco siglos le debían de saber a poco, la de los anteriores Estudios Generales de Sancho IV datados en 1293, inventándose de esta manera un a todas luces falso séptimo centenario para una institución a la que todavía le quedaban bastantes años para cumplir los dos siglos de, eso sí, fecunda existencia. Y todavía me extraña que, ya puesto, no se remontara hasta tiempos de los romanos, que ya se sabe que los milenarios suelen vestir mucho.

Escultura de Carlo Nicoli. Fotografía tomada de www.oronoz.com

Existe en Madrid otra escultura dedicada al cardenal. Fue tallada en mármol de Carrara por el escultor italiano Carlo Nicoli, el mismo que realizó la estatua alcalaína de Cervantes, poco después de ésta, en los años ochenta del siglo XIX. Adquirida por el gobierno español fue instalada en el salón de conferencias del palacio del Senado, lo que impide que sea más conocida ya que, salvo los días de puertas abiertas, el interior de este edificio no admite visitas. Lamentablemente la página web del Senado no reproduce esta escultura, por lo que he tenido que recurrir a una fotografía tomada de la de Oronoz.

El cardenal Jiménez de Cisneros libertando a los cautivos de Orán, de Francisco Jover y Casanova

Más suerte he tenido con el cuadro de Francisco Jover y Casanova (1836-1890) titulado El cardenal Jiménez de Cisneros libertando a los cautivos de Orán, un lienzo de 2,87 x 4,35 metros pintado en 1869 que pertenece también al patrimonio artístico del Senado, ya que en esta ocasión sí he podido descargarme una fotografía suya de la página web. Cuadro que, por cierto, fue reproducido en 1928 en el reverso de un billete de 500 pesetas.

Busto de Cisneros conservado en el Museo Lázaro Galdiano

El tercer lugar en el que encontramos objetos de arte relacionados con Cisneros es la Fundación Lázaro Galdiano, en cuyo inventario aparece otro relieve con su busto que recuerda un tanto al de Bigarny, aunque en esta ocasión está realizado en madera policromada. Es de autor anónimo y está fechado en el siglo XVI, siendo sus dimensiones 37,5 x 28,5 cm. También conserva una casulla atribuida al cardenal y un grabado.

Casa de Cisneros, en la plaza de la Villa

Aunque con esto hemos terminado ya con las representaciones de nuestro personaje, tanto pictóricas como escultóricas, Madrid nos reserva todavía bastantes sorpresas. Para empezar está la llamada Casa de Cisneros, uno de los tres edificios que cierran la plaza de la Villa y que, junto con el frontero, está ocupado por dependencias del Ayuntamiento de Madrid. Dice la tradición que ésta fue la residencia del cardenal mientras ejerció como regente del reino de Castilla, aunque lo cierto es que los historiadores fechan su construcción en 1537, veinte años después de su fallecimiento, atribuyéndosela a su sobrino Benito Jiménez de Cisneros. En cualquier caso, se non è vero, è ben trovato.

Instituto Cardenal Cisneros

Luego tenemos otros edificios asimismo bautizados con su nombre: el instituto de enseñanza media Cardenal Cisneros está situado en la calle de los Reyes, junto a San Bernardo, ocupando parte de la antigua sede de la Universidad Central. Junto con el de San Isidro es de los más antiguos de la capital, ya que fue fundado en 1845, y hoy en día, más de 150 años después, continúa ejerciendo su función en pleno corazón de Madrid.

Colegio Universitario Cardenal Cisneros

El Colegio Universitario Cardenal Cisneros se ubica en la calle General Díaz Porlier, en el barrio de Salamanca. Se trata de un centro privado gestionado por la Fundación Fray Francisco Jiménez de Cisneros, y está adscrito a la Universidad Complutense de Madrid. Según su página web, ofrece estudios de licenciatura en psicología, derecho y administración y dirección de empresas.

Colegio Mayor Universitario Ximénez de Cisneros

El Colegio Mayor Universitario Ximénez de Cisneros, adscrito a la Universidad Complutense, se encuentra situado en el número 8 de la avenida de Séneca, al noroeste de la Ciudad Universitaria y junto al límite norte del Parque del Oeste. Tal como se lee en su página web fue creado oficialmente el 14 de agosto de 1942 e inaugurado el 12 de octubre de 1943, aunque desde la finalización de la Guerra Civil había recibido este nombre la antigua Residencia de Estudiantes ubicada en el campus central del CSIC. El Colegio Mayor Cisneros, cuyo primer director fue Pedro Laín Entralgo, estaba reservado para alojamiento de alumnos masculinos, complementándose con el vecino Santa Teresa de Jesús, femenino. El complejo residencial se completaría en 1951 con un tercer colegio mayor, el Antonio de Nebrija, que se instaló en la parte sur del mismo aprovechando los edificios que no ocupaban los anteriores.

Como anécdota, cabe reseñar que en este colegio mayor fue donde se creó en 1945 el Club de Rugby Cisneros, uno de los más importantes equipos españoles de este deporte y uno de los de mayor palmarés a lo largo de sus casi setenta años de historia.

Rótulo de la calle Cardenal Cisneros

Queda considerar, por último, la presencia de nuestro cardenal en el callejero madrileño, la cual abarca una calle y una glorieta. La calle parte de la calle Luchana, en las cercanías de la glorieta de Bilbao, y discurre paralela a la de Fuencarral para, tras cruzar Eloy Gonzalo y varias de menor importancia, desembocar en la de Viriato. La glorieta, oficialmente plaza, está situada en plena Ciudad Universitaria, de la que es uno de sus principales accesos. Pasa por debajo de ella la carretera de La Coruña, y de ella arrancan la avenida Complutense, eje central de la Ciudad Universitaria, y la avenida de Juan de Herrera, que conduce al sector situado más al oeste de la misma.