Me gustaría acordarme y, sobre todo, tener el privilegio de abrir todas y cada una de las ventanas a las que me ha ido asomando José Carlos Canalda, sobre los Santos Niños Justo y Pastor.

Con este propósito el autor, escritor y entusiasta investigador, nos ofrece en estas páginas en primera persona los lugares en los que de alguna manera existen huellas de los hermanos mártires, convirtiéndose así en observador y cómplice de una realidad que enriquece y configura un panorama desconocido en su conjunto y, desde luego, mucho más amplio que el que hasta ahora teníamos sobre los Santos Niños en nuestro imaginario vital y cultural.

El libro contiene tantas facetas como ventanas ofrece, pudiéndose comprobar la importante repercusión del martirio de dos hermanos a tan corta edad en los primeros siglos del cristianismo, lo que justifica el importante catálogo de lugares en los que se conserva su recuerdo, con el que se podría elaborar un circuito cultural de extraordinaria importancia, ofreciendo en muchos casos verdaderas obras de arte, fruto de la fe y admiración por los Santos Justo y Pastor.

Estamos ante la primera oportunidad que se presenta a todos aouellos interesados en lo relacionado con el tema Que trata el libro, resultado de un magnífico trabajo que se convierte en un canto a la nombradía y la fama de los protagonistas, ofreciéndonos una oportunidad única de tener en nuestras manos un extenso panorama de paisajes y lugares donde llegó su ejemplo y que, después de 1.700 años, continúa vigente.

El autor se hace eco tanto de la tradición como de la historia de los Santos Niños en Tielmes. constatando el profundo arraigo de los mismos en este municipio y haciendo de este libro un canto apasionado a los que, como alcalaíno, también son sus patronos.

Este libro constituye, además, una verdadera oportunidad para que los educadores puedan transmitir a las nuevas generaciones unos valores que aún permanecen vigentes cuando se cumplen diecisiete siglos de historia.