Telescopio destinado a estudiar la radiación procedente del espacio emitida en el rango de frecuencias de las ondas de radio. Los primeros radiotelescopios surgieron en los años treinta del pasado siglo, y su desarrollo está muy ligado a las investigaciones sobre el radar realizadas durante la Segunda Guerra Mundial.

Los radiotelescopios son básicamente unas enormes antenas de radio de forma parabólica, las cuales pueden llegar a tener varios cientos de metros de diámetro. En 1963 entró en funcionamiento el radiotelescopio de Arecibo, en la isla de Puerto Rico, con trescientos metros de diámetro, y en la actualidad se diseñan sistemas formados por varios radiotelescopios de tamaño discreto pero que, combinados entre sí mediante las técnicas de interferometría, equivalen a un radiotelescopio único de tamaño mucho mayor.