Término griego, aumentativo de la palabra que
significa
materia en este idioma y utilizado por Aristóteles para
definir a la sustancia fundamental del universo. Fue adoptado a mediados del
siglo XX por el físico y cosmólogo
George
Gamov para describir al átomo primigenio, o
Huevo Cósmico, inherente a la
teoría del
Big Bang