Los Santos Niños en España
Las
iglesias del sur de la provincia de Madrid: Humanejos
Ruinas de la iglesia de
Humanejos, según el grabado de Genaro Pérez Villaamil
Tal como explico en el artículo dedicado a Parla, la casualidad quiso que descubriera no sólo la existencia, en esta localidad madrileña, de una iglesia consagrada a los mártires alcalaínos, sino asimismo que su advocación había sido elegida en recuerdo de la antigua parroquia de Humanejos, un pequeño pueblo hoy desaparecido que estuvo situado en las cercanías de Parla, de la cual eran titulares asimismo los Santos Niños.
Con este interesante dato en mi poder, proporcionado por el propio párroco parleño, procedí a buscar información sobre este tema, encontrándome con el libro de José Antonio Mateos Carretero Una historia en la historia de Parla: Umanexos1. En él se da una visión general de lo poco que se sabe de esta antigua aldea, viniéndome literalmente de perlas para mi estudio ya que en el mismo, además de confirmar que su desaparecida parroquia estaba efectivamente consagrada a los Santos Niños, se aporta toda una serie de datos de gran interés.
Humanejos -o Umanexos, según la grafía antigua- era una aldea del alfoz -hoy diríamos término municipal- madrileño, a cuya jurisdicción pertenecía. Como tal su origen moderno arranca de la reconquista y posterior repoblación del reino de Toledo a finales del siglo XI, aunque posteriormente se despoblaría a mediados del siglo XIV, con toda probabilidad a causa de la Peste Negra, para repoblarse de nuevo en tiempos de los Reyes Católicos con vecinos llegados de localidades vecinas tales como Parla, Pinto o Torrejón de la Calzada. Tampoco este nuevo intento tuvo demasiada fortuna, ya que por diversas causas, entre ellas las epidemias o las pugnas entre los señoríos de la zona, jamás llegaría a consolidarse una población lo suficientemente importante como para garantizar su futuro.
En consecuencia, Humanejos fue languideciendo poco a poco de modo que en 1649 volvía a quedar despoblado; un documento fechado en 1651 dice que sólo vivían en él dos vecinos y una menor, y otro de 1701 lo da como abandonado. El caserío acabaría desapareciendo, mientras que las ruinas de la iglesia persistieron al menos hasta mediados del siglo XIX, siendo arrasado lo poco que quedaba de las mismas -la sensibilidad hacia el patrimonio no es, por desgracia, el fuerte de los ingenieros- con ocasión de la reciente construcción de la variante de la autovía de Toledo, la antigua N-401 actualmente denominada A-42.
Ubicación
aproximada de la antigua iglesia de Humanejos (punto rojo), al suroeste de
Parla,
en el actual enlace sur de la autovía A-42 con la
travesía de la antigua carretera de Toledo
Fotografía tomada
de Google Maps
Nada queda, pues, hoy de una iglesia que debió de ser bastante interesante, salvo algunos documentos añejos que aportan información sobre la misma. El primero de ellos procede de las Relaciones de Felipe II, una especie de encuesta realizada a nivel nacional en 1576 en todas las poblaciones españolas. Por ellas sabemos que la iglesia parroquial es -era en 1576- muy antigua, y que la adbocación della es de santiuste y pastor, añadiendo finalmente que era aneja de la parroquia de la cercana villa de Humanes. Pocos años después, en 1584, el tallista Alonso Maldonado firmaba un contrato para tallar las imágenes de los titulares de la parroquia. ¿Qué pasó con estas imágenes? Al suprimirse el culto en ella seguramente serían trasladadas a la parroquia de Humanes, de la que dependía, por lo que habría que investigar -hasta ahora no me ha sido posible hacerlo- en esta última, aunque al haber quedado prácticamente destruida en 1936, mucho me temo que dichas imágenes debieron desaparecer para siempre.
A mediados del siglo XIX quedaba aún en pie parte de la iglesia de Humanejos, la cual sería reflejada por Genaro Pérez Villaamil en una de las ilustraciones de la España Artística y Monumental2 que realizó en colaboración con el escritor Patricio de la Escosura. Como puede apreciarse en la ilustración se trataba de un ábside mudéjar de aceptables proporciones y de esmerada decoración, lo que indica que la iglesia debió de poseer una notable calidad artística. Aunque los autores reconocen carecer de datos acerca del origen de este templo -de hecho la mayor parte del texto que acompaña al grabado es una reflexión genérica sobre el arte hispanomusulmán-, especulan con la posibilidad de que pudiera haber sido una antigua mezquita del período califal reconvertida en iglesia cristiana tras la reconquista del reino de Toledo por el rey Alfonso VI, una interpretación errónea dado que, según José Antonio Mateos, se trataría en realidad de un edificio gótico-mudéjar de los siglos XIV o XV, algo por lo demás bastante habitual en el antiguo reino de Toledo tras su incorporación a la corona castellana.
El hecho de que la iglesia de Humanejos estuviera consagrada a los santos Justo y Pastor induce a pensar que su repoblación pudiera haber tenido lugar con colonos llegados de algún lugar del norte de la península en el que se les rindiera culto, dado que coincidiendo prácticamente con la reconquista del reino de Toledo tuvo lugar la implantación en Castilla de la liturgia romana en sustitución de la mozárabe, a partir de lo cual comenzaron a declinar las advocaciones de los antiguos mártires de los primeros siglos del cristianismo en las parroquias de nueva fundación. Por desgracia la total desaparición de la iglesia, así como la inexistencia de documentación relativa a la misma y al despoblado, nos priva de poder realizar un estudio más completo.
Leamos, en cualquier caso y a sabiendas de sus errores, el comentario que Villaamil y Escosura hacen de la iglesia de Humanejos, descartando la parte del texto que no hace una referencia explícita a ella:
RUINA DE UNA ANTIGUA BASÍLICA, ESTILO
ÁRABE-BIZANTINO,
EN EL DESPOBLADO DE HUMANEJOS, ENTRE PARLA Y
TORREJONCILLO DE LA CALZADA.
No habiendo logrado nuestros esfuerzos adquirir noticia alguna sobre el origen y vicisitudes del edificio cuyas curiosas ruinas ofrecemos al público copiadas en la primera estampa del cuaderno primero de esta tercera parte de nuestra obra, creemos útil y conveniente estampar aquí original la nota y reflexiones que su vista inspiró al Sr. Villa-Amil, que, más versado en semejantes materias que el escritor del texto, suple con sus conocimientos el silencio de los autores. Por nuestra parte nos contentaremos con recordar lo que en alguna otra ocasión hemos apuntado: los moros españoles fueron, por índole y en virtud de consideraciones políticas bien obvias, muy tolerantes en materia de religión con los cristianos a su dominación sometidos; y así, bien pudiera ser, y la mezcla de los estilos árabe y bizantino parece indicarlo, que el edificio a que nos referimos fuese muy poco posterior a la conquista, o al menos del tiempo en que aquel territorio estuvo bajo el yugo sarraceno. La orientación indica que su primitivo destino fue el de mezquita: acaso al rescatar Alfonso aquella tierra del poder de los moros, la convirtió en templo cristiano. Mas todas estas son conjeturas y no más que conjeturas: oigamos al artista.
* * *
Pero volviendo a nuestro propósito, y a la descripción de la basílica de Humanejos, no parece aventurado creer que este monumento pertenece a las construcciones de la brillante época que acabamos de citar; efectivamente, imagínese el espectador en presencia de este edificio, cuando la destrucción del tiempo y de la guerra no lo había sellado con su mano devastadora: ¿qué podrá encontrar más bello que los arcos ojivales de su pequeña fachada, qué mas gracioso que la serie de arcos sobrepuestos y recortados en festones semicirculares, descansando sobre elegantes columnitas de mármol, de las cuales aún se conservan algunas? Los arquitectos y los pintores comprenderán bien la gracia inexplicable con que está utilizado para el ornato hasta el color de los diferentes materiales que componen este y otros edificios de su género: hoy es una miserable ruina en un árido desierto y que pasa desapercibida a los ojos de casi todos los viajeros, y tal vez, al escribir estas líneas, habrá sido completamente arrasada.
Para terminar con nuestro viaje por la zona sur de la provincia de Madrid, conviene recordar también que en Leganés, y más concretamente en el barrio de La Fortuna, existe una calle llamada San Justo, sin que exista en esta localidad, al menos que yo sepa, ningún tipo de vínculo religioso con nuestros patronos. Simplemente, la mayor parte de las calles del barrio ostentan nombres tomados del santoral, sin que conozca las razones que movieron a elegirlos.
1
MATEOS CARRETERO, José Antonio. Una historia en la historia de Parla:
Umanexos. Ayuntamiento de Parla. Parla, 1991.
2 España
artística y monumental. Vistas y descripción de los sitios y
monumentos más notables de España. Obra dirigida y ejecutada
por don Genaro Pérez de Villa-Amil. Texto redactado por don Patricio de
la Escosura. Tomo tercero, cuaderno primero, estampa primera (pág. 4).
París, editado en casa de Alberto Hauser, 1850.
Ver también:
Los Santos
Niños en España. Las iglesias del sur de la provincia de Madrid:
Parla
Los Santos Niños en
España. Las iglesias del sur de la provincia de Madrid: Perales del
Río
Publicado el 11-11-1995 en el nº 1.453 de
Puerta de Madrid
Actualizado el 4-11-2014