Santo Tomás de Villanueva en los pinceles de Murillo
Bartolomé Esteban Murillo, nacido en Sevilla en 1617 y fallecido en esta misma ciudad andaluza en 1682, fue como es sabido uno de los más importantes pintores barrocos españoles, que es lo mismo que decir mundiales. No es mi intención, evidentemente, hacer aquí una reseña ni biográfica ni pictórica de este artista, sino tan sólo algo mucho más modesto, recordar los al menos cinco cuadros en los que el maestro sevillano representó a santo Tomás de Villanueva con su iconografía tradicional, en la que siempre aparece ejerciendo la caridad con los pobres.
No fueron éstos los únicos cuadros que Murillo dedicó al antiguo estudiante alcalaíno que llegaría a ser arzobispo de Valencia, ya que existe al menos otro, conservado en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, que representa también al santo agustino. No obstante éste se diferencia claramente del resto por su temática ya que, abandonando la citada exaltación de su acendrada caridad, santo Tomás aparece orando arrodillado frente a un crucifijo, razón por la que he estimado conveniente dejarlo fuera de este artículo al desviarse de la temática común del resto, aunque este cuadro está descrito en el artículo correspondiente1. A éstos hay que sumar, por último, los bocetos previos de dos de ellos, mucho menos conocidos que sus correspondientes versiones definitivas.
Santo Tomás de
Villanueva dando limosna. Museo de Bellas Artes de Sevilla
El primero de los cinco cuadros citados es una de las obras más conocidas del pintor sevillano, y suele aparecer reproducido en infinidad de libros de arte. También es el único de ellos que se conserva en España, concretamente en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, en el que ocupa un lugar de honor. Su nombre es Santo Tomás de Villanueva dando limosna, está fechado hacia 1678 y procede del desaparecido convento sevillano de los Capuchinos, desamortizado en 1840. Se trata de un lienzo de grandes dimensiones (283 × 188 cm.), y en él se puede apreciar al santo, ataviado con el hábito agustino y revestido con los atributos episcopales, dando limosna a un tullido que se arrodilla ante él. Completan la escena las figuras de varios mendigos más entre las que resalta, en primer plano, la de una madre sentada con su hijo.
Eric Young, en su estudio dedicado a la obra de Murillo2, cita la existencia de un boceto de este cuadro, pintado también en 1678 con unas dimensiones de 47 × 33 cm., propiedad del Museo de Bellas Artes de Estrasburgo. Lamentablemente, la página web de este museo francés no proporciona información al respecto.
Entre 1665 y 1670, varios años antes de que ejecutara el anterior, Murillo pintó una serie de cuatro lienzos dedicados también a santo Tomás por encargo del convento de San Agustín, también de Sevilla y asimismo desaparecido, por lo que su obra quedó dispersa. Tan sólo uno de ellos se conserva en España, el ya citado de Santo Tomás de Villanueva y el Crucifijo del Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Santo Tomás de
Villanueva dando limosna. Alte Pinakothek de Múnich
Los tres restantes, por el contrario, se exhiben en diferentes museos extranjeros. Santo Tomás de Villanueva curando a un lisiado -otra vertiente de la exaltación de su acendrada caridad- es propiedad de la Pinacoteca de Arte Antiguo -o Alte Pinakothek, en alemán- de Múnich, aunque no he logrado encontrar ninguna referencia suya en la página web de este museo. Pintado en 1668 con unas dimensiones de 200 × 148 cm., se trata de un cuadro de concepción más sobria que el resto, con el santo vestido con el hábito agustino pero desprovisto de los atributos de su condición arzobispal, y con muchas menos figuras secundarias rodeándole, tan sólo el habitual mendigo arrodillado -en esta ocasión un lisiado- y dos acólitos que, al fondo de la escena, contemplan en silencio a ambos.
Santo Tomás de
Villanueva dando limosna. Museo Norton Simon
Santo Tomás de Villanueva repartiendo limosna pertenece al Museo Norton Simon, ubicado en la ciudad californiana de Pasadena. Sus dimensiones son de 132 × 76 cm-, y una vez más nos encontramos con una composición bastante similar a la de los cuadros anteriores, pero con notables diferencias ya que detrás de santo Tomás aparece una matrona con tres niños que pudiera confundirse con la Virgen. Al fondo del cuadro se vislumbra una airosa torre perfilada en el marco de una ventana, o un arco, que sirve para dar profundidad a la escena.
Santo Tomás de
Villanueva, niño, repartiendo sus ropas. Museo de Arte de
Cincinnati
Para contemplar el último cuadro de los Agustinos deberemos viajar hasta el Museo de Arte de Cincinnati, en el estado norteamericano de Ohio. Este lienzo es, sin ningún lugar a dudas el más original de todos, ya que representa a santo Tomás, cuando todavía era niño, repartiendo sus ropas con varios pequeños mendigos de su edad. El título, obviamente, es el de Santo Tomás de Villanueva niño repartiendo sus ropas, y sus dimensiones son de 220 × 149 cm. Fechado hacia 1667, este cuadro nada tiene que envidiar a las representaciones de niños que tan famoso hicieron a Murillo, con las cuales comparte todo su encanto.
Según Eric Young el Norton Museum of Art de West Palm Beach, en Florida, conserva un boceto del cuadro con unas dimensiones de 26 × 36 cm., aunque tampoco en este caso he logrado obtener información en la página web del museo.
La caridad de Santo Tomás
de Villanueva. Colección Wallace
Todavía existe un cuadro más dedicado por Murillo al santo agustino, el cual se exhibe en la Colección Wallace, uno de los principales museos londinenses. Su título es La caridad de Santo Tomás de Villanueva, y procede en esta ocasión del convento de los Capuchinos de la ciudad italiana de Génova. Con unas dimensiones de 150 × 152 cm., está fechado hacia 1670 y guarda bastantes semejanzas con los anteriores, en especial el de Sevilla, aunque presenta una composición más compleja estando el santo desprovisto de sus atributos arzobispales -mitra y cruz-, que son portados por sus acólitos.
1 Ver también: Dos cuadros de Murillo en el Museo de Bellas Artes de Sevilla
2 Young, Eric. Todas las pinturas de Murillo. Colección Biblioteca Gráfica Noguer, nº 9. Editorial Noguer. Barcelona, 1982.
Publicado el 27-5-2013
Actualizado el 4-6-2013