Artifex, nº 4
De forma breve, ahí va mi comentario sobre Artifex 4.
La sed de las panteras, de Rafa Marín. Rafa es mucho Rafa, y cualquier relato suyo es garantía de calidad. Me ha gustado, pero personalmente prefiero La canica en la palmera .
El retrato de Paula, de Juan Carlos Planells. Una poética variación sobre el tema de El retrato de Dorian Gray.
Las sombras peregrinas,de Ramón Muñoz. Uno de los cuentos del libro que más me han gustado. Me encanta este toque entre fantástico y negro.
Tres noches y un crepúsculo, de José Antonio Cotrina. También en la línea macabra del anterior. Genial el personaje principal.
El efecto Kierkegaard-Pennebaker, de Carlos Castrosín. Personalmente, es el relato que menos me ha gustado. La recreación del ambiente es muy buena, se palpa la claustrofobia, y desde luego es un excelente ejercicio de estilo... Pero echo de menos más argumento.
La torre, de Alain Ochoa. Fantasía pura en el sentido clásico del género. No es de mis favoritos, encuentro que el tema está muy trillado.
Cualquier noche puede salir el sol, de Manuel Díez Román. Confieso que el ciberpunk no es demasiado santo de mi devoción, pero el cuento me ha gustado bastante.
Morir en tu bañera y otras lamentables casualidades, de Félix J. Palma. Mi otro cuento favorito. Este macabrismo gamberro a lo Torrente me ha encantado. Disfruté como un enano leyéndolo.
Balance general: Esta entrega de Artifex mantiene perfectamente el alto nivel marcado por los anteriores números. Mi enhorabuena a los editores.
Publicado el 12-1-2001 en el Sitio de Ciencia Ficción