No, la verdad es que no soy ningún coleccionista de premios y, aunque a nadie le amarga un dulce, les puedo asegurar que tampoco me quita el sueño no acapararlos. Eso sí, si caen, bienvenidos sean, aunque mi mejor premio -y lo digo en serio, aunque suene a tópico- es que me lean y, a ser posible, que guste también lo que escribo.

En realidad tampoco soy muy proclive a presentarme a concursos literarios, y últimamente sólo lo hago en aquéllos específicos de ciencia ficción o fantasía, nunca a los de literatura general, en los cuales las obras de género fantástico no suelen ser demasiado bien acogidas. También hay que tener en cuenta, claro está, aquellos premios, como el Ignotus, a los que no hay que presentarse, ya que se otorgan a obras publicadas.

En fin, en el día de hoy mi palmarés es el que sigue, excluyendo claro está los típicos concursos infantiles y juveniles a los que es mejor cubrir bajo el velo de un piadoso olvido:

-Un premio Ignotus, en la convocatoria de 2002, por el artículo El erotismo en las novelas de a duro, publicado originalmente en el número extra de navidad 2001 de la revista Pulp Magazine.

-Nominaciones a los premios Ignotus:

-A los que hay que sumar un Ignotus compartido en 2003, en la categoría de mejor libro de ensayo, por La ciencia ficción española, de la editorial Robel. Asimismo, si se me permite la presunción, también me considero de alguna manera involucrado en varios galardones concedidos a publicaciones de las que soy -o fui- colaborador habitual, como es el caso de Asimov (Mejor revista en 2005 y 2006), el Sitio de Ciencia Ficción (Mejor sitio web en 2005, 2006 y 2007), NGC 3660 (Mejor sitio web en 2008 y 2010) y BEM on line (Mejor sitio web en 2009).

-También he sido finalista en varias convocatorias del concurso de relatos El Melocotón Mecánico: en la I (2000) con Se hace camino al andar, en la III (2002) con El guardián de los libros olvidados (mención especial) y en la V (2005) con Lo que fue, eso será.

-Asimismo he alcanzado sendas menciones de honor de los premios Andrómeda de ficción especulativa con Xenorgasmo en la edición de 2009 y con No hay mal que por bien… en la de 2010.

-Por último, he sido nominado en varias ocasiones para los Premios de las Editoriales Electrónicas, con los relatos La duda (I edición, 2008), En el tren (II edición, 2009) y Y los sueños, sueños son (III edición, 2010).