SCI-FI 6: Utopía en peligro
Fiel a su compromiso Alfonso M. González, siempre bajo el seudónimo de Alan Dick, Jr., ha retornado a la ciencia ficción, y a su colección de neobolsilibros Sci-Fi, con una nueva entrega, la sexta, tras sus incursiones en los géneros del oeste y de terror. Utopía en peligro, éste es su título, retoma además el opresor escenario post apocalíptico de Pulp reality, la primera entrega de la colección de la que es secuela aunque, como oportunamente advierte, se puede leer de forma independiente sin haberlo hecho con su precursora. Aunque, claro está, siempre se le podrá sacar más jugo teniéndola reciente.
En mi reseña de Pulp reality ya exponía, por supuesto sin destriparla -me niego en redondo a usar ese palabro inglés que por desgracia se ha puesto tan de moda-, los principales esquemas del argumento: una agobiante distopía ambientada en un futuro lejano e influida por el manga japonés, que según va avanzando comienza de descubrir lo que es la marca del autor, unas complicaciones cada vez más enredadas al tiempo que buscan, y consiguen, sorprender al lector. Y decía también que le encontraba reminiscencias de Borges e incluso, añado ahora, el mito de la caverna de Platón y, para los más jóvenes o menos aficionados a leer, a Matrix. Y hasta aquí puedo leer, que diría la recientemente fallecida Mayra Gómez Kemp.
Por su parteUtopía en peligro, como buena secuela, retoma el universo distópico/utópico esbozado en su predecesora, llevándolo más allá dentro de un argumento todavía más complejo que acaba con el consabido -e inesperado- tour de force típico del autor, junto con lo que pudiera ser -¿me dejas decirlo, Alfonso?- el anclaje de una posible segunda secuela. Porque de querer hacerlo, material tendría de sobra.
Y, recordémoslo, es errónea la afirmación que he leído en más de una ocasión de que las colecciones clásicas de bolsilibros no querían ni oír hablar de secuelas y continuaciones; Luchadores del espacio estuvo repleta de ellas empezando por la Saga de los Aznar, Ángel Torres Quesada se las arregló para sacar adelante su serie del Orden Estelar en las colecciones de Bruguera, e incluso un escritor tan poco sospechoso de gustarle las series como Luis García Lecha hizo lo propio con su serie de Kabé y con algunas novelas más. Así pues, precedentes no faltan.
En cualquier caso, al igual que en las anteriores reseñas conviene saber lo que dice el propio autor de su obra.
Pulp Reality fue el segundo bolsilibro que escribí, tras Viajes en el tiempo low cost. Al iniciar mi colección de ciencia ficción, me propuse no publicar secuelas. El formato exigía historias autoconclusivas y, en general, no soy partidario de las sagas. Para crecer como escritor, preferí enfrentarme a la creación de un mundo nuevo en cada libro.
Sin embargo, algo cambió cuando terminé Pulp Reality. Aunque el final cerraba la historia por completo y no tenía planes de continuarla, un desafío personal empezó a rondarme la mente. Siempre me he quejado de películas que, tras el éxito de su primera entrega, se ven forzadas a hacer una secuela. Esto también ocurre en la literatura y otras formas de ficción. Muchas veces se nota que los autores no lo tenían previsto, pero el favor del público les arrastra a una especie de secuelitis.
Entonces pensé: ¿y si me obligaran a escribir una segunda parte de Pulp Reality? Aunque sólo como ejercicio, acepté el reto y decidí que sería interesante intentar continuar una historia que ya había dado todo de sí, sin tener idea de cómo lograrlo o de si resultaría convincente.
Así nació Utopía en peligro. Y curiosamente, a pesar de ser más desmadrada, caótica y fantasiosa que la primera ¡me gusta más! En realidad, nunca sabes qué sucederá en el proceso creativo.
Pues nada más, todo está dicho.
Publicado el 15-10-2024