SCI-FI, una nueva colección de bolsilibros
Las cuatro décadas posteriores a la Guerra Civil fueron, como es sabido, la edad de oro de la literatura popular o de kiosco, una de las principales vías de escape de los españoles durante la larga dictadura franquista y también de disfrute para quienes nacimos y nos criamos en ellas, que a muchos nos sirvió como puerta de entrada al mundo de la literatura.
Su declive comenzó a en los años ochenta del pasado siglo y se acentuó, sobre todo a raíz del colapso de Bruguera, hasta llegar a su práctica desaparición al finalizar éste. Los bolsilibros no fueron una excepción ni, por supuesto, los de ciencia ficción, de modo que las últimas colecciones comerciales -ahora explicaré este adjetivo-, de breve existencia y basadas fundamentalmente en reediciones, no lograron rebasar el ecuador de la década de 1990.
Con posterioridad a esta fecha, y salvo algunas traducciones que sólo pueden ser consideradas tangencialmente como bolsilibros o alguna efímera publicación destinada al mercado hispanoamericano, se extiende un vacío absoluto... o casi.
Y ahora viene la explicación relativa al término colecciones comerciales, que obviamente se refiere a aquéllas publicadas por editoriales hoy inexistentes que, por lo general, estaban especializadas en literatura popular. A las cuales, aunque copaban la práctica totalidad del mercado, acompañaron algunas iniciativas particulares promovidas por los propios autores en un intento, habitualmente fallido, de evitar las condiciones leoninas a las que estaban sometidos, como fueron los casos dentro de los bolsilibros de ciencia ficción de la colección Robot de Enrique Sánchez Pascual o de las efímeras -no pasaron del primer título- Vida futura de Miguel Oliveros Tovar (Keith Luger) y Tab Taylor de Luis Bayarri Lluch (Archie Lowan).
Muchos años después estos emprendedores, como se diría ahora, tendrían emuladores con, me atrevería a decir, similares dificultades pese a que las circunstancias fueran muy distintas, ya que si bien los primeros fueron víctimas de la competencia feroz de las editoriales comerciales ahora inexistentes, ahora su principal problema es la desaparición total de la literatura de kiosco y, por consiguiente, de su antiguo mercado, aunque el mérito sigue siendo el mismo ante la necesidad de nadar contracorriente.
La aparición de estos neobolsilibros tuvo su origen, al menos que yo sepa, con la colección Serie Beee, una iniciativa de la editorial Matraca que desde 2018 lleva publicada cerca de una cincuentena de títulos de diferentes géneros, de los cuales alrededor de cinco son de ciencia ficción, uno de ellos una novela inédita de Joseph Berna rescatada del naufragio de Bruguera y el resto textos inéditos, la mayoría también de este autor.
Junto con esta iniciativa ya consolidada, recién empezado 2023 nos encontramos con un nuevo intento de rescatar a los bolsilibros de ciencia ficción de manos de Alfonso M. González, un escritor y activo aficionado de este nicho que acaba de publicar Pulp Reality, el número 1 de la nueva colección SCI-FI de novelas autoconclusivas.Pulp Reality imita deliberadamente y a la perfección a los bolsilibros clásicos, en concreto a los de las últimas colecciones de Bruguera y Astri; no sólo en el formato sino también en el diseño de la colección, obra de S*T*A*R, con todos los detalles como la ilustración con estilo añejo de la portada de J.L. Espada y hasta el anuncio de la contraportada de delicioso sabor retro. Incluso viene firmado, tal como establecían los cánones, con el seudónimo anglosajón de Alan Dick, Jr.
En lo que sí varía, no podía ser de otra manera dado el tiempo transcurrido, es en el argumento que, alejado de las tradicionales space óperas de trama sencilla y sin complicaciones, plantea una distopía quizá influenciada por algunos mangas japoneses, con una historia bastante compleja con reminiscencias que me recordaron a autores de la talla de Borges y un final inesperado, al menos para mí, lo cual constituye un evidente acierto. He aquí una breve sinopsis de la novela:
Suda Chikao es un ciudadano nipón de ciento veinte años en el 3328. Como tantos otros, está en la denominada cuarta edad y malvive con múltiples trabajos temporales de baja estofa.
Pero el señor Chikao tiene una afición en su escaso tiempo libre: escribir novelas pulp, entre la inmundicia del hotel cápsula en el que pernocta.
En un Japón donde la falta de natalidad ha forzado la extensión de la vida de la población sin importar el coste, nuestro protagonista conocerá a una misteriosa dama.
Una aventura al borde de la cordura donde el peligro se cierne en una distopía en la que el gobierno y la Yakuza van directamente de la mano, y la realidad y la ficción pueden no estar del todo definidas
Y eso es todo, que no es poco. La intención declarada del autor era la de continuar escribiendo y publicando más bolsilibros de ciencia ficción que llegarían con una periodicidad trimestral, una iniciativa que espero se vea cumplida y que, a ser posible, pueda tener emuladores. Porque si bien retroceder varias décadas para volver a encontrar de nuevo colecciones de bolsilibros como las clásicas es imposible, no lo es en absoluto recuperar un formato que resulta ideal para lo que los anglosajones denominan novela corta o novelette, a caballo entre los cuentos y las novelas y de poca o nula difusión en nuestro país fuera del marco de los injustamente denostados bolsilibros.
Publicado el 17-1-2023