¿Dónde hay espacio?





¿Dónde hay espacio? es una auténtica rareza dentro de la vasta producción literaria de Luis García Lecha ya que, hasta donde hemos podido averiguar, se trata del único relato corto -o cuento, si se prefiere- que escribiera este autor, cuya obra está generalmente vinculada a los bolsilibros. Es asimismo de las pocas obras que firmó con su propio nombre, y la única que fue publicada en un libro ajeno a la literatura popular, concretamente en el volumen noveno de las afamadas antologías de ciencia ficción de la editorial Acervo.

Desconocemos los motivos por los que García Lecha realizó esta incursión literaria, y desconocemos también las razones por las que no volvió a intentarlo tal como lo hicieron escritores como Domingo Santos o Ángel Torres Quesada, asimismo provenientes de la literatura popular. Sus razones tendría, pero desde luego, vista la calidad del cuento, no tenemos por menos que lamentarnos de que no lo hiciera.

¿Dónde hay espacio? responde a los parámetros típicos de la ciencia ficción española -nos estamos refiriendo, claro está, a la ajena a los bolsilibros- de los años sesenta -la antología que lo recoge fue publicada en 1969-, dominada por nombres tales como Domingo Santos, Juan García Atienza, Antonio Ribera, Carlos Buiza y Enrique Jarnés Bergua, entre otros, y colecciones y editoriales como Nebulae (de Edhasa), Cénit, Galaxia (de Vértice) o la mítica revista Nueva Dimensión, junto con las ya mencionadas antologías de Acervo. En realidad su argumento -la superpoblación del planeta, extrapolada hasta unos extremos que pudieran catalogarse de esperpénticos- no se aleja demasiado de los de sus colegas contemporáneos, más preocupados por las connotaciones sociales de un futuro previsiblemente nada halagüeño que por las inocentes -y divertidas- aventuras de space ópera.

El cuento es interesante, está bien escrito y da buena fe de la calidad literaria de su autor, libre por una vez del estrecho corsé de los bolsilibros. Y desde luego, merecía ser rescatado. La lástima es que no tengamos más como éste para que pudiéramos disfrutar leyéndolos.


Publicado en 2008, como prólogo a este relato, en Del espacio sideral al lejano oeste. Novelas escogidas de Luis García Lecha
Actualizado el 1-4-2011