Nombre con el que se denominó a los proyectos de espionaje desde el espacio, en su día secretos, desarrollados por los norteamericanos -MOL- y los soviéticos -Almaz- durante las décadas de los años sesenta y setenta.

Ambos programas contemplaban el lanzamiento de vuelos tripulados encargados de observar y fotografiar el territorio del enemigo desde la órbita, y aunque los norteamericanos llegaron a hacer un vuelo de prueba y los soviéticos fueron todavía más allá llegando a poner en órbita dos estaciones espaciales -una tercera se perdió durante el lanzamiento-, en la práctica sus resultados fueron muy escasos, dado que el desarrollo de los satélites espía no tripulados, mucho más baratos y sencillos de manejar pronto provocó que éstos fueran abandonados.