Siglas, en inglés, del European Extremely Large Telescope -Telescopio europeo extremadamente grande-, un proyecto del Observatorio europeo austral -o del Sur- que dejará pequeños a todos los telescopios actuales, ya que está previsto que el diámetro de su espejo alcance los 42 metros. Aunque se barajó Canarias como una de sus posibles ubicaciones, finalmente se eligió el desierto de Atacama, en el norte de Chile, donde este organismo europeo cuenta ya con otras instalaciones.

Evidentemente el espejo del E-ELT no será monolítico sino que, como ocurre con los actuales de 10 metros, estará formado por un mosaico de un millar de piezas hexagonales.

Se prevé que la primera luz del nuevo telescopio se obtenga en 2018, y que éste esté operativo un año más tarde.

Entre sus principales misiones se contarán la detección de exoplanetas y sistemas protoplanetarios, así como el estudio de formación y evolución de la estructura a gran escala del universo, desde las primeras emisiones de luz hasta nuestros días. Otro de sus campos de interés será el estudio de las fronteras de la física en temas tales como la gravedad intensa, las variaciones de las constantes fundamentales del universo o la estructura del espacio-tiempo. Por último, investigará también los agujeros negros, la evolución de las galaxias y la distribución de la materia oscura y la energía oscura en el universo.