Mancha ovalada, de color azul oscuro, descubierta en el hemisferio sur de la atmósfera de Neptuno por la sonda Voyager 2 en 1989. De forma parecida a la Gran Mancha Roja de Júpiter, su tamaño era similar al de la Tierra.

Se trataba de una estructura temporal formada por perturbaciones en las altas capas de la atmósfera neptuniana, una especie de huracán en el cual se llegaron a medir velocidades superiores a los 2.400 kilómetros por hora.

La mancha desapareció a los pocos años, resultando invisible en las fotografías tomadas por el telescopio espacial Hubble en 1994.