Pese a su nombre, que podría inducir a confusión, este tipo de nebulosas nada tienen que ver con la creación de planetas, ya que se trata de una fase previa a la de nebulosa planetaria. Por esta razón se las conoce también, más adecuadamente, como protonebulosas planetarias.

Esta fase de evolución estelar es bastante breve, y sucede cuando las estrellas comienzan a perder su envoltura gaseosa pero carecen todavía de la suficiente temperatura como para ionizar los gases desprendidos. Puesto que la emisión tiene lugar principalmente en dos direcciones opuestas, estas nebulosas presentan una marcada bipolaridad, a veces tan llamativa como la de la nebulosa del Rectángulo Rojo Otra nebulosa protoplanetaria notable es la nebulosa del Huevo.

Cuando la estrella central alcanza suficiente temperatura, el gas que compone la nebulosa se ioniza convirtiéndose en una nebulosa planetaria.