Los llamados polos celestes son los puntos en el cielo hacia los cuales se proyecta el eje de rotación de la Tierra, alrededor de los cuales parece girar el firmamento. Son puntos de referencia importantes para los astrónomos y los geógrafos, y la determinación de su posición en el cielo es fundamental para resolver muchos problemas astronómicos y de navegación.

La Estrella Polar es una estrella brillante que se encuentra muy cerca del polo norte celeste, por lo que resulta un punto de referencia muy útil para los astrónomos. Sin embargo, no siempre ha sido así; debido al bamboleo del eje terrestre conocido como precesión de los equinoccios, los polos celestes no son fijos, sino que se desplazan describiendo un círculo durante un período de 26.000 años.

El polo sur celeste, por el contrario, no cuenta con ninguna estrella que le sirva de referencia cercana.

Por extensión, todo cuerpo celeste tiene sus propios polos astronómicos.