Telescopio óptico que utiliza lentes convergentes para enfocar la luz. También se le conoce con el nombre de telescopio de Galileo, por ser este científico italiano el primero que lo utilizó, pese a no ser su inventor.

Los telescopios refractores cuentan con una lente principal y una secundaria que concentran la luz que las atraviesa, enviándola al sistema detector. Son los más antiguos, y su invención se ha venido atribuyendo tradicionalmente a Hans Lippershey en 1608, aunque según recientes investigaciones el mérito correspondería en realidad al español Juan Roget, que habría construido el primer telescopio en 1590.

Más baratos y sencillos que los reflectores, presentan no obstante una serie de inconvenientes como la deficiente calidad de la imagen o la aberración cromática, que hace que hayan quedado para uso exclusivo de los aficionados.