El Paredón del Milagro





El Paredón del Milagro en el interior de la desaparecida ermita de los Santos Niños



Aun cuando no resulta en modo alguno excepcional que en Alcalá se efectúe un hallazgo arqueológico, y a pesar del comprobado hecho de que lo habitual genera indiferencia, lo cierto es que en estos últimos meses nuestra ciudad ha vibrado y se ha interesado por las excavaciones que se han efectuado en distintos lugares del término municipal.

Cualquiera que se haya desplazado a contemplar la excelente exposición de Recuperar Alcalá, abierta en la Capilla del Oidor desde hace casi dos meses, habrá podido comprobar el gran éxito obtenido por la misma, éxito que se ha plasmado en una gran afluencia de público que ha sorprendido tanto a propios como a extraños. Pero dejemos de considerar globalmente a la exposición y centrémonos tan sólo en la parte que sin duda ha sido la estrella de la misma, los objetos encontrados en la excavación del Paredón del Milagro.

Restos de cerámica, parte de una lápida, el fragmento del brazo de una estatua de mármol, varias piedras labradas... Un buen botín arqueológico para una excavación que apenas lleva dos meses iniciada. Pero eso no es todo, puesto que lo más importante se encuentra en la excavación misma. Por esta razón, y aunque ya este semanario les dio cumplida cuenta de la labor realizada en este yacimiento arqueológico, no viene mal terminada la primera fase de la excavación dirigirnos hasta el Paredón del Milagro y allí, sentados en uno de los muros romanos recién descubiertos, entrevistar a Antonio Méndez Madariaga, arqueólogo encargado de la misma, sobre la labor ya realizada y lo que queda aún por hacer.

-Antonio, ¿es ésta la primera vez que trabajas en Alcalá?

-Es mi primera excavación arqueológica, pero no mi primer trabajo ya que mi tesis trata sobre el valle del Henares.

-¿A quién corresponde la iniciativa de la excavación?

-En principio la iniciativa es municipal, concretamente de las concejalías de Cultura y Urbanismo. Puesto que se iba a construir en esta zona un parque público, dada la naturaleza de estos terrenos interesaba excavar antes para integrar los posibles yacimientos descubiertos en el citado parque. Por lo que respecta a la financiación del campo arqueológico, ésta corre a cuenta del Ayuntamiento colaborando también la Comunidad Autónoma, que es la que ha organizado los tres turnos de campos de trabajo que han pasado por aquí.

-Luego la excavación se ha hecho siguiendo el sistema de los campos de trabajo.

-Así es. Desde que comenzaron las excavaciones a principios de julio, han pasado por aquí más de cien estudiantes.

-¿Cuál fue el motivo de excavar precisamente aquí?

-Se sabía que había un yacimiento en la zona del Paredón del Milagro, tanto por los escritos de autores clásicos del siglo XVI, como Ambrosio Morales, como por las excavaciones de Dimas Fernández-Galiano y los hallazgos arqueológicos efectuados con motivo de la expansión de la ciudad moderna, aunque esta última ha provocado, desgraciadamente, destrucciones irreparables.




El Paredón del Milagro en la actualidad


-¿Qué se ha encontrado?

-Primero se tuvo que quitar una capa de escombro moderno, ya que el yacimiento había sido utilizado como vertedero. Eliminado éste aparecieron una serie de muros orientados con los cuatro puntos cardinales, como es normal en los edificios romanos. Dichos muros configuraron un aljibe o depósito de aguas de unos 25 metros de longitud por casi 6 de ancho y una profundidad, hasta el momento, de unos 3 metros. En la zona norte del mismo también ha aparecido una conducción que traía aguas a la ciudad desde el cercano arroyo Camarmilla.

-¿Ha aparecido algo más?

-Sí. Al otro lado de la excavación, en la zona este del área delimitada, ha aparecido una basílica romana, aunque no se sabe todavía si fue un edificio civil o si estuvo consagrada al culto cristiano. Lo que sí se han podido determinar son sus dimensiones, que son de unos 32 metros de largo por 16 de ancho con tres naves, dos laterales de unos 3 metros de ancho y una central de siete.

-¿Quedan muchos restos?

-No. Prácticamente quedan sólo los cimientos y el suelo, aunque éste está completo. Ten en cuenta que la ciudad fue expoliada en épocas posteriores por musulmanes y cristiano, y sus materiales fueron utilizados en la construcción de las ciudades más modernas.

-¿Se acaban aquí los descubrimientos?

-No. En el terreno situado entre la basílica y el aljibe ha aparecido además un complejo termal que en principio pienso debía de tener relación con el aljibe, aunque creemos que todos los edificios descubiertos debían de formar parte de un conjunto urbano mayor.

-¿El centro de la ciudad?

-Puede ser. Hemos encontrado una serie de canalizaciones de aguas residuales y también han aparecido restos de calzadas y muros, aunque éstos están todavía sin delimitar claramente. En un futuro la ampliación de las excavaciones nos permitirá delimitar conjuntos mayores que deben de formar parte del foro de la ciudad, que era el centro público donde se realizaban las más importantes actividades sociales: mercado, política, lugares de contratación, cultos religiosos, divertimentos, etc.

-¿Se puede fechar todo lo encontrado?

-Sí, de una manera aproximada. Hemos encontrado cerámica de los siglos I al IV, es decir, durante casi todo el imperio romano. Por lo que respecta a la época de destrucción de la basílica, creemos que debió de ocurrir hacia finales del siglo IV, durante el mandato de Teodosio.

-Eso nos situaría unos ochenta o noventa años después del martirio de los Santos Niños, siempre de acuerdo con la tradición. ¿Me equivoco?

-En absoluto. Pensamos que por aquella época debía de cumplir misiones de templo cristiano.

-¿Habéis efectuado algún hallazgo más?

-Sí, pero no aquí sino en una finca de San Fernando situada a unos 6 kilómetros de la antigua Complutum, lo que hace pensar que dicha finca debía de ser entonces una de las necrópolis de la ciudad. Es una inscripción funeraria del siglo I, y su importancia radica en el hecho de que el fallecido, que tenía entonces 60 años, era descendiente de las dos familias más importantes de Complutum, los Cornelios y los Quietos.

-Bien, dame ahora tu opinión sobre la continuidad de los trabajos; porque veo que queda aún mucho por hacer.

-Pues la verdad es que nos vemos en una situación francamente dramática para la continuación de los mismos.

-¿Y eso?

-En primer lugar, porque el campo de trabajo de estudiantes terminó a finales del mes de agosto y los obreros cedidos por el Ayuntamiento han concluido su contrato, por lo que ahora la excavación está prácticamente parada al quedar tan sólo el vigilante, que afortunadamente es ayudado por la policía. Tan sólo contarnos con algunos estudiantes, muy pocos, los cuales se han ofrecido voluntarios para continuar con los trabajos evitando así su interrupción total.

-Pero las excavaciones deberían continuar, ¿no?

-En efecto, y más aún tras los recientes e importantes hallazgos, por lo cual las autoridades no sólo locales, sino también autonómicas, deberían tomar conciencia de que la protección del patrimonio es una de sus obligaciones más apremiantes. En este sentido, urge una planificación que complete la posibilidad de realizar excavaciones sistemáticas y continuadas en el yacimiento al tiempo que se procura una protección de lo ya excavado con el fin de que el yacimiento pueda ser visitado y de esta forma integrarlo en la vida urbana de Alcalá.

-¿Qué importancia podrían tener estos hallazgos de cara al exterior de Alcalá?

-Mucha. Ya en 1963 García Bellido propuso la idea de excavar en torno al Paredón del Milagro creando un campo de prácticas para los estudiantes de las universidades de Madrid. Ahora sería el momento de recuperar la idea, máxime cuando hay una facultad de Historia en la propia Alcalá. Para ello, esperamos presentar en breve un proyecto a las facultades de Geografía e Historia de la Comunidad de Madrid, proyecto que podría servir para regular esta colaboración. Igualmente pensamos dirigirnos a las diferentes delegaciones de la Comunidad Autónoma de Madrid relacionadas con el patrimonio, para establecer los oportunos convenios que impidan que los trabajos se detengan con el consiguiente deterioro de las estructuras descubiertas.

-Para terminar, ¿deseas apuntar algo más?

-Tan sólo recordar que el Ayuntamiento de Alcalá debe hacer todo lo posible para cumplir con su labor procurando la continuidad de los trabajos con todos los medios a su alcance. En la medida en que sepa tratar esto responderá a una de las exigencias de toda ciudad moderna, como es la de proteger e integrar en la vida ciudadana todos los vestigios de su pasado histórico.

Hasta aquí la entrevista con Antonio Méndez, arqueólogo que junto con Dimas Fernández-Galiano está tratando de desentrañar los secretos que la vieja Compluto ha guardado celosamente durante más de mil años. Desde aquí le deseo, como alcalaíno y como amante de la historia, toda la suerte posible a la hora de realizar su trabajo, esperando que al contrario que otras veces éste no resulte baldío. Porque, guste o no decirlo, no hay más remedio que reconocer que los alcalaínos estamos acostumbrados a ver desaparecer, de una u otra manera, buena parte de nuestro patrimonio arqueológico perdido por el abandono, las catástrofes o la destrucción interesada en aras de unos intereses personales. Esperemos, y yo así lo hago, que esta vez no sea así.


Publicado el 15-9-1984, en el nº 916 de Puerta de Madrid
Actualizado el 27-11-2013