Alcalá y el ferrocarril
La estación de Alcalá nevada en enero de
2009
Fotografía tomada de la
Wikipedia
Estamos tan acostumbrados a verlo ahí que resulta difícil recordar que la vinculación de Alcalá con el ferrocarril es relativamente reciente, ya que este medio de comunicación no llegó a Alcalá hasta el año 1859, suponiendo un cambio drástico no sólo para la vida de la ciudad, sino también para su paisaje.
De hecho, incluso comparando la realidad actual con mis recuerdos personales encuentro no pocas variaciones significativas: la vieja y destartalada estación, hoy desaparecida; los pasos a nivel del cementerio y de la carretera de Meco; los peatones atravesando las vías por el Paseo de los Pinos y por la calle Torrelaguna; la pasarela de la calle Torrelaguna, la primera que se construyó en Alcalá, desmontada como consecuencia de la fuerte presión vecinal y sustituida por el actual paso subterráneo; el apeadero de la Universidad, inaugurado justo cuando comencé mis estudios universitarios; y por supuesto los entrañables ferrobuses, sustituidos en 1975 por los primeros trenes eléctricos, pintados con un llamativo color azul.
Sí, el vínculo de Alcalá con el ferrocarril siempre ha sido intenso, y el mío también dado que han sido incontables los viajes que he hecho a lo largo de mi vida entre Alcalá y Madrid, primero durante los años de universidad -por desgracia tan sólo pude estudiar un único curso, el primero, en Alcalá-, luego durante parte de la mili, luego por el trabajo... así que encuentro justificado dedicarle al tren una sección pese a que por el momento el número de artículos sea todavía reducido.