Eugenio Arauz Pallardó, un alcalaíno en la II República



Resulta sorprendente descubrir que, pese a la abultada lista de alcalaínos ilustres, tanto de nacimiento como de adopción, que jalonan durante siglos la historia de la ciudad, sigan apareciendo nuevos personajes poco o nada conocidos para la historiografía local, dándose la paradoja de que en muchos casos no se trata de biografías remotas sino mucho más recientes, algunos de ellos fallecidos hace apenas unas décadas.

Este vacío se nota especialmente entre quienes participaron de forma activa en política durante los años de la II República y la Guerra Civil, algo que tenía su explicación durante el franquismo dado el empeño del dictador por borrar todo recuerdo del régimen que había aplastado por las armas, pero difícil de entender cuando han pasado ya más de cuarenta años desde su muerte y casi tantos desde la reinstauración de la democracia en España.

De hecho, aparte claro está de Manuel Azaña y de Andrés Saborit, pocos políticos alcalaínos de esta época son conocidos a excepción de los locales, pese a que fueron varios más los que se significaron a nivel nacional en unos años tan convulsos como los que nos ocupan.

De uno de ellos voy a hablar en esta ocasión. Se trata de Eugenio Arauz Pallardó, de cuya existencia no tenía noticia hasta que Raimundo Pastor, médico y profesor de la Universidad de Alcalá, me hizo partícipe de su existencia remitiéndome a la página de la Wikipedia donde aparece publicada una breve biografía suya. El mérito del hallazgo es pues de Raimundo Pastor y no mío, habiéndome limitado a basarme en la citada página y en otras que a partir de ella rastreé por internet para pergeñar este artículo.

Hecha esta necesaria introducción, podemos pasar a recordar la memoria de este alcalaíno injustamente olvidado. Eugenio Arauz Pallardó nació en Alcalá en 1894 -resultaría interesante localizar la fecha exacta, así como la ubicación de su casa natal- y falleció en Ciudad de México el 5 de junio de 1972, hace tan sólo 45 años. Fue hermano del poeta Álvaro Arauz Pallardó, del que tan sólo he podido averiguar que nació en Madrid en 1911 y falleció también en Ciudad de México en 1970. El hecho de que su hermano menor naciera en Madrid cuando él contaba con diecisiete años de edad induce a pensar que la familia de Eugenio Arauz pudiera haber trasladado su residencia a la capital con anterioridad a esa fecha, y aunque no tengo ningún dato acerca de su vinculación posterior con su ciudad natal, toda su actividad política la desarrolló en Madrid tal como veremos más adelante.

Arauz se licenció en Medicina cabe suponer que hacia la década de 1910, siendo muy poco los datos biográficos suyos que he conseguido encontrar durante los años posteriores, salvo que ejerció como médico en Madrid. En un anuncio de ABC fechado el 30 de septiembre de 1925 aparece como profesor del Centro de Enseñanza de la Editorial Reus, especializado en la preparación de oposiciones, dentro de la especialidad de Beneficencia Municipal, y gracias a una noticia del 16 de agosto de 1929, también en la misma hemeroteca , sabemos que trabajaba entonces como cirujano en el Equipo Quirúrgico del Distrito Centro.

Su entrada en la política tuvo lugar como concejal del Ayuntamiento de Madrid en las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 que provocaron la caída de la monarquía y la proclamación, dos días más tarde, de la II República. Arauz militaba en el Partido Republicano Democrático Federal, fundado en 1868 por Pi y Margall y de corte minoritario en la época republicana, aunque llegó a contar con un ministro en el gobierno presidido por Manuel Azaña en 1933.

Nuestro personaje no llegó a ejercer cargos ministeriales, aunque sí fue diputado por Madrid de las Cortes Constituyentes de 1931, cargo que mantuvo hasta su disolución en 1933. Más tarde, ya durante la Guerra Civil, fue teniente de alcalde del Ayuntamiento madrileño.

Otro punto importante de su biografía fue su condición de masón, llegando a formar parte del Gran Consejo Federal Simbólico del Gran Oriente Español durante los primeros años de la II República.

Haber ejercido cargos políticos en las instituciones republicanas y pertenecer a la masonería -conocida es la obsesión de Franco contra esta sociedad- le convirtieron, junto con su hermano, en víctima de la feroz represión franquista. En la ficha del Portal de Archivos Españoles aparece expedientado por el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo, y sin duda lo habría pasado bastante mal de no haberse exiliado, como tantos otros, fuera de España.

El destino elegido por Arauz fue México, país al que llegó el 22 de mayo de 1942 a bordo del vapor Nyassa, un vetusto buque portugués fletado por el gobierno de la II República en el exilio para trasladar hasta el país azteca a los exiliados republicanos refugiados en Casablanca, lo que hace suponer que fuera en esta ciudad marroquí donde debió recalar Arauz tras su huida de España en 1939, aunque desconocemos sus pasos intermedios, quizá vía Francia hasta la invasión de ésta por las tropas nazis en 1940.

Una vez en México, Arauz retomó su actividad política formando parte durante más de ocho años de los gobiernos republicanos en el exilio; fue ministro de Economía entre 1947, y 1949, secretario del Consejo de Ministros entre 1949 y 1951 y ministro de Información, Propaganda y Archivos entre 1951 y 1956. También desempeñó importantes cargos dentro de la masonería mexicana, alcanzando entre 1969 y 1971 el cargo de Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Gran Oriente.

Arauz, que había contraído matrimonio en México con María de Letre, exiliada española y asimismo masona, perteneció también a la Asociación de Antiguos Alumnos del Instituto Escuela y al Ateneo Español. Como ya he apuntado, falleció en la capital mexicana el 5 de junio de 1972, tres años antes de que lo hiciera el culpable de su marcha de España.


Publicado el 20-12-2017