Hijo de Benito Bello de Torices, su nombre con anterioridad a la ordenación era el de Juan Bello. Nacido el 10 de marzo de 1687 en la villa de Alaejos, provincia de Valladolid, de la cual era natural su madre y donde residía su familia por entonces, se trasladaría tres años después a Alcalá con motivo del nuevo empleo de su padre. Siguiendo la tradición musical de su padre y de su abuelo materno, que había sido maestro de capilla de las catedrales de Vitoria, Málaga y Córdoba. El joven Juan se decantaría asimismo por el cultivo de este arte logrando en el año 1700 una plaza de seise (niño de coro) de la catedral de Toledo.

Unos años después, en 1706, tanto él como su padre quedarían eximidos del alistamiento en el ejército en virtud de su condición de hidalgos, circunstancia por la que se conserva un documento expedido por el ayuntamiento de Alcalá (entonces ambos eran vecinos de nuestra ciudad) en el que se certifica tal condición. El 8 de noviembre de este mismo año ingresaría en la orden benedictina y un año después, en noviembre de 1707, profesaría en el monasterio del Escorial, donde llegaría a ser un importante maestro de capilla. Un mes antes habían tenido lugar en Alcalá las informaciones para la profesión de fray Juan, que serían aprobadas, y en las cuales figuraría entre los informantes el licenciado don Juan de Layna, presbítero, racionero y sochantre de la iglesia Magistral.