La historia de la universidad de Alcaláes abundante en religiosos, al ser propiedad de las órdenes religiosas buena parte de los colegios menores alcalaínos. Éste es el caso de Gaspar de la Fuente, un franciscano natural de Toledo que, tras ser colegial en Alcalá en el colegio de San Pedro y San Pablo, llegó a alcanzar los cargos de ministro provincial de Castilla, secretario general de la Orden, calificador de la Suprema, visitador de la provincia de San Miguel y lector de filosofía en Roma en 1649.

Según relata Ángel Uribe en su libro Colegio y colegiales de San Pedro y San Pablo de Alcalá, fray Gaspar de la Fuente intervino también activamente en el gobierno del colegio alcalaíno, en el que desempeñó los cargos de Lector Jubilado y Guardián de San Diego. Su gran prestigio llegaría hasta la propia corte y haría que el rey Felipe IV le propusiera como titular del obispado Veguevense, perteneciente al estado italiano de Milán, sede a la que renunciaría posteriormente.

En lo que respecta a su obra como escritor escolástico, ésta abarca un estudio sobre Duns Scoto (Lyón, 1631), una historia del capítulo general celebrado por los franciscanos en Toledo (Madrid, 1633), un Curso de Artes y, en colaboración con otros autores, un libro en defensa de la Inmaculada Concepción (Madrid, 1649).