Este personaje, que ostentó el título de barón de la Joyosa, aparece como estudiante alcalaíno en los carteles que existen en el paraninfo; estudiante de los postreros, ciertamente, puesto que vivió en la primera mitad del siglo XIX falleciendo en 1857.

Autor de varias obras sobre temas de Derecho, López fue miembro de la Real Academia de la Lengua, institución en la que desempeñó el cargo de tesorero; también perteneció a las Academias de la Historia y de Bellas Artes de San Fernando (de la que fue secretario en 1834), y a las Reales Sociedades de Valencia, Granada y La Habana. Como puede comprobarse, aún en los estertores de su dilatada existencia fue la universidad alcalaína capaz de forjar personajes importantes en la cultura española.