Natural de la comarca alcalaína, concretamente de la cercana localidad de Anchuelo donde nació el 15 de abril de 1634, Andrés Lorente (o Llorente) estaría vinculado durante prácticamente toda su vida a nuestra ciudad. Graduado en la universidad alcalaína, posteriormente sería nombrado organista de la iglesia Magistral tras ordenarse sacerdote, ejerciendo su cargo desde octubre de 1653 hasta su muerte, acaecida asimismo en Alcalá el 22 de diciembre de 1703, siendo enterrado en la girola de la propia Magistral bajo una lápida que, según nos relata Fernando Sancho en sus Bagatelas, tenía la siguiente inscripción:

Esta sepultura es del Maestro Andrés Llorente Comisario del Santo Offº Racionero y Organista desta Santa Iglesia y de sus herederos. Tiene fundada la fiesta de S. Andrés con 19 misas en su cavº de Señores Racioneros.

Además de su labor como organista Andrés Llorente descollaría como compositor de obras tales como los salmos Verba Mea y Domine in furore, un Benedictus de difuntos que llegó a cantarse en varias catedrales españolas, numerosos Villancicos del Niño Jesús o los Libros de Coro de la iglesia Magistral, entre otras. En cuanto a su faceta de musicólogo hay que destacar El porqué de la música (Alcalá, imprenta de Nicolás Xamares, 1672), un acreditado trabajo de didáctica musical dividido en cuatro partes (Canto llano, Canto de órgano, Contrapunto y Composición), y el tratado De órgano.

Ya fuera del campo musical Lorente desempeñaría varios cargos eclesiásticos, entre ellos el de comisario de la Inquisición al que hacía alusión la inscripción de su lápida. Por último cabe reseñar que Julián Fernández Díaz, abad de la iglesia Magistral, publicó en 1919 una biografía de este músico que hoy resulta ser prácticamente inencontrable, habiendo estado este importante músico completamente olvidado en nuestra ciudad hasta fechas muy recientes.