Este jesuita, nacido en 1509 en la localidad extremeña de Villanueva de la Vera y fallecido en 1557, resalta entre el resto de sus numerosos compañeros de orden vinculados con nuestra ciudad por el hecho de que fue precisamente él, en 1543, el primer jesuita que se instaló en nuestra ciudad; recordemos, a propósito de esto, que San Ignacio estuvo en Alcalá antes de fundar la Compañía de Jesús. Villanueva, que entonces contaba con la respetable edad de 34 años, comenzó aquí sus estudios de gramática y, dos años después, se le reunieron otros tres estudiantes jesuitas que con él formaron el embrión del futuro colegio Máximo. Villanueva se ordenaría sacerdote en 1550 y cabe reseñar, por último, que se enfrentó con el cardenal Silíceo, entonces arzobispo de Toledo y señor de Alcalá, debido a que el prelado no veía con buenos ojos a los integrantes de su recién creada orden.