Nicomedes Pastor Díaz, un intelectual romántico





Nicomedes Pastor Díaz retratado por José Gutiérrez de la Vega (1848)



Ya he comentado en más de una ocasión que, pese al gran incremento de estudios históricos sobre Alcalá publicados en los últimos años, éstos no se han distribuido de forma equivalente a lo largo de las diferentes épocas, de modo que algunas de ellas siguen estando peor conocidas que otras. Esto tendría su lógica si las menos investigadas fueran las más antiguas al ser más escasas las fuentes documentales, pero no deja de resultar sorprendente que también ocurra en períodos relativamente cercanos como es el siglo XIX, al menos en lo que respecta a un elemento tan importante en la historia complutense como fue la Universidad.

Esta aparente contradicción tiene su lógica. El primer tercio del siglo XIX, coincidente con la etapa postrera de la Universidad, estuvo marcado por una profunda decadencia de la institución cisneriana, quizá no muy diferente a la del resto de las universidades españolas, pero que la complutense no pudo remontar al ser sacrificada por unos gobiernos liberales que prefirieron crear una de nuevo cuño en Madrid -bautizada como Central hasta que un rector oportunista decidió usurpar un nombre que no le correspondía- en lugar de reformarla como se hizo con otras universidades históricas.

A la decadencia de un modelo universitario caduco se sumaron las convulsiones políticas de la época, desde la Guerra de la Independencia que tuvo mucho de pírrica, puesto que se ganó al precio de dejar a España arrasada, hasta los desmanes despóticos de Fernando VII, con diferencia el peor rey que ha tenido España en toda su historia reciente, sin olvidar tampoco las torpezas políticas y los radicalismos sectarios de algunas facciones liberales, las conocidas como los exaltados, que no lograron sino añadir todavía más leña al fuego.

Así pues, no es de extrañar que a los historiadores siempre les hayan atraído más las épocas brillantes de la Universidad que el período sombrío de su decadencia y muerte. Y si bien se han publicado trabajos en los que se describe en detalle la etapa postrera de los colegios que la formaban, al día de hoy todavía no se ha prestado demasiada atención a los estudiantes que pasaron por sus aulas durante esos años, pese a que fueron numerosos los que llegaron a alcanzar relevancia en la España decimonónica. Sin embargo, y salvo en contadas excepciones, su vinculación con Alcalá suele ser muy poco conocida.

Éste fue el caso de Nicomedes Pastor Díaz, un importante intelectual que además de escritor y periodista, intervino también en política llegando a ser ministro en el gobierno de Leopldo O’Donnell. Veamos una breve biografía suya.

Nicomedes Pastor Díaz Corbelle -éste era su nombre completo- nació en la localidad lucense de Vivero el 15 de septiembre de 1811, hijo de Antonio Díaz -Pastor era su segundo nombre, no el apellido paterno- y de María Corbelle. Fue el mayor de diez hermanos, y estudió lo que entonces se llamaba las primeras letras en el colegio seminario -pese a su nombre era una escuela de gramática- de la Natividad de Nuestra Señora, en Vivero.




Iglesia del seminario de Santa Catalina de Mondoñedo


Entre 1821 y 1825 cursó tres años de Filosofía en el seminario conciliar de Santa Catalina de Mondoñedo, sede del obispado al que pertenece Vivero, aunque no se matriculó en el curso 1823-24 a causa probablemente de las inestabilidades políticas surgidas tras el abrupto final del trienio liberal y la vuelta del absolutismo. Fue en esta época cuando comenzó su carrera literaria, escribiendo diversas poesías.

De Mondoñedo pasó a Santiago, en cuya universidad se matriculó en Derecho. En 1828, tras aprobar los tres primeros cursos, obtuvo el grado de bachiller, entonces el primero de los universitarios y equivalente al actual graduado. Continuó los estudios como alumno libre, pero no pudo completar la licenciatura a causa del cierre de la universidad entre 1830 y 1832 en aplicación de la ley Calomarde, cuyo fin principal era erradicar el liberalismo en las universidades.

Así pues, Nicomedes Pastor Díaz se vio obligado a trasladarse a Alcalá para terminar sus estudios. La Universidad complutense había sido cerrada en el trienio liberal, coincidiendo con la creación de la nueva Universidad Central madrileña, y vuelta a reabrir de forma efímera tras la reinstauración del absolutismo, a cuyo final no sobrevivió. De este modo, fue en Alcalá donde nuestro personaje logró la licenciatura en Derecho en octubre de 1833 siendo uno de sus últimos alumnos, ya que la Universidad desapareció, esta vez de forma definitiva, tan sólo tres años más tarde.

Hasta donde he podido averiguar ésta fue su única vinculación con Alcalá, ya que una vez licenciado comenzó una carrera literaria y política en Madrid. Eran unos tiempos de rápidos cambios, y tras la muerte de Fernando VII en septiembre de 1833, un mes antes de su licenciatura, los liberales comenzaron a controlar las riendas del país defendiendo a la reina niña Isabel II frente a las pretensiones carlistas, continuadores estos últimos del absolutismo fernandino.

Gracias al apoyo de Manuel José Quintana, uno de los poetas más importantes de su época, entró en contacto con escritores tan conocidos como Donoso Cortés, Ventura de la Vega, Salustiano Olózaga, Antonio Ros de Olano, Mariano José de Larra o José de Espronceda, entre otros. Varios de ellos, como Donoso Cortés, Salustiano Olózaga o Ros de Olano intervinieron activamente en política, y Nicomedes Pastor Díaz se relacionó también con políticos como Manuel Fernández Varela, el general Manuel de Latre, Antonio Ríos Rosas o Javier de Burgos.

Pronto se adaptó a la vida en Madrid frecuentando varias tertulias literarias como las de El Parnasillo, La Fontana de Oro o Lorencini y colaborando en varios periódicos como El Sol y El Heraldo. Asimismo en 1835, con tan sólo 24 años, participó en la refundación del Ateneo.

Su carrera política se inició en 1834 -según otras fuentes en 1835- con el nombramiento de oficial segundo en la secretaría de la subdelegación del Ministerio de Fomento de la provincia de Cáceres, al que siguieron diversos cargos como secretario del Gobierno Civil de Santander, jefe político -gobernador civil- de Segovia, donde tuvo que afrontar las incursiones carlistas, y magistrado de la Audiencia de Valladolid, de Cáceres y de Castellón.

La llegada al poder del general Espartero supuso un parón a su carrera política, e incluso llegó a estar encarcelado durante dos meses en Madrid a causa de su apoyo a la reina María Cristina, expulsada de la regencia y de España por Espartero, cabeza del partido progresista rival del moderado en el que militaba Nicomedes Pastor Díaz. Por esta razón, siempre mostraría una fuerte animadversión hacia el nuevo regente.

No fue sino hasta la caída de Espartero en 1843 cuando Nicomedes Pastor Díaz reanudó su carrera política, siendo elegido diputado por La Coruña ese mismo año y por Cáceres en 1844, repitiendo años más tarde por las circunscripciones de Pozoblanco y Navalmoral de la Mata. También fue secretario del Banco de Isabel II -precedente del Banco de España-, presidente del Real Consejo de Agricultura, Industria y Comercio y subsecretario de Gobernación.

El cénit de su carrera política llegó con su nombramiento en abril de1847 como ministro de Fomento, que agrupaba las competencias de Comercio, Instrucción y Obras Públicas, cargo que ejerció hasta septiembre de este mismo año sin que la brevedad de su mandato le impidiera desempeñar una frenética actividad en las áreas bajo su responsabilidad, destacando en el ámbito cultural el nombramiento de Manuel Bretón de los Herreros como director de la Biblioteca Nacional.

Entre 1847 y 1850 fue rector de la Universidad Central de Madrid, en 1854 ministro plenipotenciario de la Legación española en Cerdeña, en 1855 embajador en el reino del Piamonte, en 1856 consejero de Estado y ministro de Estado, en 1858 senador vitalicio, entre 1859 y 1861 embajador en Portugal y por tercera vez ministro en 1863, en esta ocasión de Gracia y Justicia, cargo al que tuvo que renunciar tras sólo dos meses de ejercerlo por razones de salud, falleciendo el 22 de marzo de ese mismo año a los 51 años de edad.

Premio a su labor fueron cinco importantes condecoraciones: la Orden de Carlos III, la de Cristo de Portugal, la de San Genaro de Nápoles, la de San Jorge de Parma y la de San Mauricio y San Lázaro de Cerdeña.

Y si importante fue su labor política, no lo fue menos la literaria. Además de su colaboración en varias revistas literarias como No me olvides y El Liceo, y como ensayista y crítico literario en los periódicos El Correo Nacional, El Español, El Conservador, El Museo Artístico y Literario, El Artista, La Abeja y El Siglo. Asimismo, publicó en 1840 un tomo de Poesías que fue muy celebrado. Impartió conferencias en el Ateneo sobre un tema tan avanzado para su época como el socialismo, publicó las novelas Una cita (1837) y De Villahermosa a la China. Coloquios de la vida íntima (1848), varios libros de temática política y los ensayos Los problemas del socialismo (1848-1849) -basado en sus conferencias del Ateneo-, Compendio histórico-crítico de la jurisprudencia romana desde el principio hasta los tiempos de Justiniano (1842) e Italia y Roma: Roma sin el Papa (1866), y colaboró con Francisco Cárdenas en la Galería de españoles célebres y contemporáneos o biografías retratos de todos los personajes distinguidos de nuestros días en las ciencias, la política, en las armas, en las letras y en las artes (1842). Se le considera uno de los pioneros del resurgimiento de la lengua gallega, en la cual escribió varias poesías, y fue miembro de las Reales Academias de la Lengua Española y de Ciencias Morales y Políticas.




Iglesia de Santiago en San Francisco de Vivero
Fotografía tomada de Turismo de Galicia


Hombre de gran cultura y muy apreciado por sus contemporáneos, Nicomedes Pastor Ruiz fue siempre consecuente con su ideología conservadora, aunque moderada, imbuido por un fuerte sentimiento religioso. La muerte de una joven de la que estuvo enamorado en su adolescencia le marcó para toda su vida, permaneciendo soltero hasta su muerte. Fue enterrado en la sacramental madrileña de San José y San Lorenzo, pero en 1923, conforme a su voluntad, sus restos fueron trasladados a su ciudad natal, siendo inhumados en la capilla mayor de la iglesia de Santiago en San Francisco, el principal templo viveirense.


Estatua de Nicomedes Pastor Díaz en Vivero. Vista general y detalle


Vivero honra su memoria con una estatua que se levanta en la esquina noroeste de la plaza Mayor, inaugurada el 26 de septiembre de 1891. Está confeccionada en hierro recubierto de bronce, y es obra del escultor José Campeny Santamaría. Nicomedes Pastor Díaz está representado de pie, ataviado con la vestimenta de su época, con la mano derecha sosteniendo una pluma y la izquierda, recogida, unos papeles. Se alza sobre un pedestal de piedra de forma prismática, en cuyas cuatro caras están colocadas otras tantas lápidas de mármol blanco con diferentes leyendas.

La frontal reza lo siguiente:



AL EXCMO SR.
DON NICOMEDES-PASTOR
DIAZ,
EN POLÍTICA Y LETRAS, POR VIRTUD E INGENIO,
ILUSTRE


La del lado derecho:



SU PAÍS NATAL,
LA PROVINCIA,
EL ESTADO Y SUS ADMIRADORES,
DEDICARON ESTE MONUMENTO.


La del lado izquierdo:



EL CENTRO GALLEGO
DE LA
HABANA.


Finalmente, la trasera enumera los principales hitos de su vida:



DON NICOMEDES-PASTOR DIAZ
NACIÓ EN VIVERO
EL 15 DE SEPTIEMBRE DE 1811.
FUÉ RECTOR DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL,
ACADÉMICO DE LA LENGUA Y DE CIENCIAS
MORALES Y POLÍTICAS,
MINISTRO DE ESPAÑA EN TURÍN Y LISBOA,
MINISTRO DE COMERCIO, INSTRUCCIÓN Y OBRAS PÚBLICAS,
DE ESTADO Y DE GRACIA Y JUSTICIA,
FALLECIÓ EN MADRID
EN 12 DE MARZO DE 1863.


LAS MUSAS LE LLORAN.
LA PATRIA BENDICE SU RECUERDO.


Asimismo tiene dedicados en su ciudad natal un teatro y una de las principales calles del casco antiguo. También en 1882 se descubrió una lápida en la fachada de su casa natal, pero no la pude localizar cuando visité Vivero ni tampoco la he podido encontrar en internet, por lo que tan sólo puedo reseñar su existencia.

Sus obras completas pueden ser consultadas en la página web de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.




Bibliografía


Mis principales fuentes de información han sido la Wikipedia, la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes y el catálogo de la exposición Douscentos anos de Nicomedes Pastor Díaz (1811-2011), celebrada en la sala de exposiciones del Conservatorio de Música de Vivero del 9 de agosto al 23 de septiembre de 2011.


Publicado el 14-4-2020