Cuando en 1905 tuvo lugar la conmemoración del tercer centenario de la publicación del Quijote, o más exactamente de su primera parte, fueron numerosas las localidades españolas que aprovecharon la efeméride para homenajear a Cervantes con la erección de diversos tipos de monumentos, por lo general esculturas o lápidas, que sirvieran para perpetuar la memoria del genial escritor alcalaíno.

Una de estas ciudades fue Alicante, cuyo ayuntamiento encargó al escultor local Vicente Bañuls Aracil una lápida de mármol blanco representando al autor del Quijote, la cual fue instalada en la fachada de la propia sede municipal. Vicente Bañuls (1866-1935), había nacido en Alicante y, tras formarse en su ciudad natal, comenzó a trabajar a finales del siglo XIX. Aprovechando que por entonces las autoridades locales habían decidido embellecer el ensanche de la ciudad con diversos monumentos, Bañuls labró en 1894 el monumento a Maisonnave, obra que le dio fama -fue nombrado escultor oficial de Alicante- y le permitió viajar a Roma a perfeccionar su técnica en 1898, permaneciendo en Italia hasta 1904, fecha en la que regresó a España.

Fachada del ayuntamiento de Alicante con la lápida de Cervantes

Era, pues, famoso cuando de vuelta en su ciudad natal recibió el encargo de la lápida cervantina. Con posterioridad a ésta realizaría también, entre otros, los monumentos a los Mártires de la Libertad (destruido durante la Guerra Civil), a Canalejas, a Ruperto Chapí y a Ramón de Campoamor, todos en Alicante; a Jorge Juan, en Novelda; a Emilio Castelar, en Elda o al doctor Ayelda, en Jijona. No fue él, sin embargo, el autor de la emblemática Fuente de los Luceros, también en Alicante, sino su hijo Daniel, asimismo escultor, que la realizó en 1930.

Centrémonos en la lápida. Según la información recogida en la página web del ayuntamiento alicantino, es una placa de mármol blanco de 1 x 1 x 0,30 metros, en la cual figura en bajorrelieve un busto de Cervantes representado a la manera clásica, de medio lado y con la mano derecha sosteniendo una pluma.

Lápida de Cervantes

Debajo del relieve una segunda placa de mármol -ignoro si fue realizada también por Bañuls- tiene escrita la siguiente leyenda:

ALICANTE A MIGUEL DE CERVANTES Y SAAVEDRA EN EL TERCER CENTENARIO DE LA PUBLICACION DEL QUIJOTE 8 MAYO 1905

Como ya he comentado, la lápida se instaló, y allí continúa, en la fachada principal del edificio del ayuntamiento, entre la puerta central y una de las dos laterales -concretamente la de la derecha- que la flanquean.

Rótulo de la calle Cervantes

No se acaban aquí las referencias cervantinas existentes en Alicante. Muy cerca del ayuntamiento está la calle de Cervantes, una corta vía que une la plaza del Ayuntamiento con la vecina Explanada de España. Su brevedad hace que el nombre no figure en la mayoría de los planos debido literalmente a que no cabe, aunque en la esquina con la calle de San Fernando un friso de azulejos -la rotulación habitual de las calles alicantinas- nos informa del mismo. El rótulo con el nombre de la calle está acompañado por un segundo rótulo, también realizado con azulejos, en el que figura una somera biografía de nuestro personaje:

Rótulo de la calle Cervantes

MIGUEL DE CERVANTES ALCALÁ DE HENARES 1547 - MADRID 1616 PRECURSOR DE LA NOVELA MODERNA, ES AUTOR DE “D. QUIJOTE DE LA MANCHA” CONSIDERADA LA MEJOR OBRA LITERARIA UNIVERSAL.

Lo que no está nada mal, dicho sea de paso. Existe también un colegio público de enseñanza primaria de nombre Manjón-Cervantes, concretamente en el número 2 de la calle Montero Ríos, cerca de la avenida de Jijona. Ignoro por qué razón posee un nombre doble, el del conocido pedagogo Andrés Manjón y el de nuestro escritor; quizá pueda deberse a una fusión entre dos antiguos colegios, pero nada sé al respecto. En cualquier caso, ahí está el dato.

Para concluir se puede reseñar por último una iniciativa particular, la del hotel Cervantes, situado en la confluencia de las calles Médico Pascual Pérez y Las Navas, en las proximidades de la emblemática plaza de los Luceros.