La presencia de Cervantes en Calahorra
Vista general del monumento a
Cervantes
Calahorra, capital de la Rioja Baja, es una ciudad de unos 25.000 habitantes con una historia que se remonta hasta la romana Calagurris, patria del notable orador Quintiliano, y un notable patrimonio artístico encabezado por su catedral, a la que se suman el vecino palacio arzobispal y un buen puñado de iglesias, junto con los importantes restos romanos. En resumen, se trata de un buen lugar para visitar, como ocurre con la práctica totalidad de la Rioja.
Pero lo que nos interesa ahora de Calahorra no son sus notables edificios, sino el monumento que la ciudad ha dedicado al Quijote y a Cervantes. Éste, la verdad sea dicha, no está ubicado en un lugar demasiado vistoso, sino arrinconado en la recoleta placita de Ricardo Díaz Palacio, situada en el camino que conduce a la catedral, en un barrio muy alejado del bullicio ciudadano, lo que explica -aunque no justifica- su evidente abandono, graffitis incluidos, que me he tomado la libertad de borrar de las fotografías lo mejor que he podido.
Detalle de las esculturas de
Don Quijote y Sancho
Como puede apreciarse, se trata de una especie de monolito de modestas dimensiones que soporta una peana en la cual se yerguen dos pequeñas esculturas de bronce representando a don Quijote y a Sancho Panza. mientras en la parte superior del propio monolito nos encontramos con un medallón con el busto de Cervantes.
Medallón con el busto de
Cervantes
El grupo escultórico se completa con una lápida, adosada en la pared de la izquierda encima de una fuente. En ella se lee la siguiente frase, extraída del capítulo X de la segunda parte del Quijote, la cual curiosamente no tiene la menor relación con la ciudad de Calahorra ni con la propia región de la Rioja. El texto dice lo siguiente:
Vista general y detalle de la
lápida. Fotografía de arianadealba tomada de
Panoramio
¡Vive
Roque que es la señora nuestra El Quijote, 2ª Parte. Cap. X. Mex. 71 |
Ningún dato he podido obtener sobre la autoría de este monumento, salvo que debió de inaugurarse en 1971 y, aparentemente, tuvo algún tipo de relación con México.
Al monumento hay que añadir la existencia, en otro lugar de la ciudad, de la calle de Miguel de Cervantes, que discurre entre las dos importantes vías de la avenida de Numancia y la calle de la Mediavilla.
Publicado el 23-11-2009
Actualizado el
18-7-2016