Dos cuadros de temática cervantina
de Augusto Ferrer Dalmau



Augusto Ferrer Dalmau, conocido como el pintor de batallas a causa de su especialización en cuadros de temática militar, es sin duda uno de los mejores artistas plásticos españoles vivos, por más que sus obras no se exhiban en ninguno de los mal llamados museos de arte contemporáneo, vetados en la práctica a todos aquellos que no comulguen con el peculiar -y muchas veces también sectario- concepto de lo que sus responsables entienden por “contemporaneidad”. Pero poco debe importar esto al pintor catalán, que ha sabido labrarse un solidísimo prestigio al margen de semejantes banderías y en base a su innegable maestría.

Ferrer Dalmau ya pintó hace algunos años, concretamente en 2011, un cuadro de temática complutense dedicado al famoso episodio histórico de La gesta de los zapadores, ocurrida durante la Guerra de la Independencia y gracias a la cual los miembros del Regimiento Real de Zapadores Minadores, acantonado en nuestra ciudad, huyeron del yugo napoleónico marchando hasta Valencia para ponerse al mando de las autoridades leales. Pero como ya dediqué en su día un artículo1 a este magnífico cuadro propiedad de la Academia de Ingenieros, en esta ocasión voy a recordar otras dos obras suyas de temática cervantina que también son merecedoras de mención.




Don Quijote en la playa de Barcelona. Fotografía tomada de Últimos cuadros


La primera de ellas es el cuadro titulado Don Quijote en la playa de Barcelona, y hace alusión como cabe suponer al episodio de la segunda parte en el que Don Quijote y Sancho Panza visitan la Ciudad Condal concluido con la derrota del primero frente al Caballero de la Blanca Luna, alter ego del bachiller Sansón Carrasco, que impondrá al caballero andante la obligación de volver a su pueblo renunciando a proseguir con sus correrías. Lamentablemente, aunque el cuadro aparece reproducido en multitud de páginas de internet, no he conseguido encontrar datos concretos acerca del mismo, salvo que fue pintado hace ya varios años. Como se puede comprobar, éste tiene un formato apaisado y entronca de forma natural con la pintura decimonónica de temática cervantina. Ambos personajes aparecen representados cabalgando en sus respectivas monturas por la playa de la Barceloneta, con el mar lamiendo mansamente los cascos de Rocinante, unas barcas varadas en la arena y, al fondo, el inconfundible perfil de Montjuic. Así lo describe Cervantes en el capítulo 63º de la segunda parte del Quijote:


Y una mañana, saliendo don Quijote a pasearse por la playa armado de todas sus armas, porque, como muchas veces decía, ellas eran sus arreos, y su descanso el pelear, y no se hallaba sin ellas un punto...




Cervantes en Lepanto. Fotografía tomada de Dream Alcalá


El segundo cuadro es mucho más reciente y tiene una vinculación estrecha con Alcalá. Se trata de Cervantes en Lepanto, y representa al joven soldado -tenía 21 años- en el fragor de la batalla justo en el momento de ser herido por vez primera -lo sería otras dos más- por una bala turca. Ferrer Dalmau ha asegurado que quería huir de la representación tradicional de un Cervantes maduro representando al futuro escritor en pleno apogeo de su gloria militar, de la que éste se mostró orgulloso durante toda su vida.

Aunque ya había sido reproducido en los medios informativos en los días previos, el cuadro fue presentado oficialmente en Alcalá, durante la inauguración, el día 22 de septiembre de 2016, de la exposición Cervantes, soldado de la Infantería Española, que estuvo abierta hasta el 23 de octubre pasando a continuación a otras ciudades españolas. Se trató, evidentemente, de un homenaje del Ejército español y del propio artista a Miguel de Cervantes en el cuarto centenario de su muerte, homenaje de lujo añadiría yo. Y desde luego, Alcalá tiene motivos más que sobrados para mostrarse orgullosa de ello.




1 Ver La gesta de los zapadores. Un cuadro de temática alcalaína


Publicado el 13-12-2016