En la primavera de 2011, durante unas vacaciones en Málaga, pude comprobar como en esta capital andaluza también existía una huella cervantina, aunque llamativamente no existe en ella ningún monumento, ni tan siquiera una lápida conmemorativa, dedicado al autor del Quijote.

Pero sí existe un teatro con su nombre, uno de los varios con que cuenta la capital y, junto con el teatro Echegaray, uno de los dos municipales y asimismo clásicos de la ciudad malagueña. Está situado al norte del casco antiguo de la ciudad, cerca de la plaza de la Merced -donde se alza el monumento en homenaje al general Torrijos-, concretamente en la calle Ramos Marín. Frente a su fachada se abre una pequeña plaza bautizada con el nombre de su constructor, el arquitecto Jerónimo Cuervo.

Detalle de la fachada del Teatro Cervantes

El teatro Cervantes, el más importante de la ciudad y asimismo el de mayor valor arquitectónico, fue construido en 1870 e inaugurado el 17 de diciembre de ese mismo año, viniendo a sustituir a uno anterior destruido por un incendio. Su constructor fue el arquitecto municipal Jerónimo Cuervo, con el que colaboraron los pintores-decoradores Bernardo Ferrándiz Bádenes -autor del cuadro del Tribunal de las Aguas- y Antonio Muñoz Degrain -autor a su vez del famoso cuadro de la Conversión de Recaredo-, ambos valencianos pero afincados en Málaga. El teatro, que está catalogado como Monumento Histórico Artístico, acabaría padeciendo un abandono que, hacia mediados del siglo XX, le condujo casi a la ruina, de la que fue rescatado tras su adquisición por el ayuntamiento malagueño en 1984 y su cuidada restauración, siendo reinaugurado en 1987.

Con un aforo de casi 1.200 localidades, en la actualidad es sede de numerosos acontecimientos culturales, destacando entre ellas el pregón de Semana Santa, un importante evento en la sociedad malagueña, y del afamado Festival de Cine de Málaga,  uno de los más prestigiosos de nuestro país, siendo el lugar -el Festival se desarrolla en varios cines y teatros de la ciudad- donde se estrenan las películas de la Sección Oficial y donde se realizan los homenajes y las ruedas de prensa.

Interior del Teatro Cervantes
Fotografía David de Biasí tomada de Flickr

Tal como puede apreciarse en la fotografía, su interior sigue el diseño clásico de los teatros decimonónicos, con un patio de butacas en forma de herradura y cuatro plantas en total de palcos incluyendo la platea y el piso superior o paraíso, es decir, el coloquial gallinero. El escenario, de grandes dimensiones, permite realizar montajes escenográficos de gran envergadura.

Siguiendo la tradición de la época en la que fue construido, el patio de butacas está cubierto por un gran lienzo de diecinueve por dieciséis metros y medio, pintado al óleo por Ferrándiz, Muñoz Degrain y sus colaboradores, que representa una alegoría de la ciudad de Málaga, apareciendo como figura central una alegoría de las Bellas Artes sobre un templete rodeada por los elementos más característicos de la ciudad: la industria, el comercio y el puerto. Completan el cuadro varios detalles costumbristas y, al fondo, la imponente silueta del castillo de Gibralfaro.

En cuanto a la fachada, ésta es sencilla y de estilo que podríamos denominar clasicista. Cuenta con tres plantas rematadas por un frontón triangular retranqueado, y a su vez se dispone en tres cuerpos con el central ligeramente adelantado sobre los laterales. La planta baja cuenta con tres puertas en el cuerpo central, protegidas por una marquesina elíptica, y con otras dos dispuestas a ambos lados, en cada uno de los cuerpos laterales. En las dos plantas superiores hay ventanas y unos esbozos de columnas y pretiles con una función decorativa. Por último, en la restauración de los años ochenta del pasado siglo se le añadió al edificio un anexo de nueva construcción para usos administrativos y camerinos.

Cupón de la ONCE dedicado al Teatro Cervantes de Málaga
(Fotografía tomada de todo-once.com)

El 26 de agosto de 2018 la ONCE dedicó su cupón, dentro de la serie Ciudades a escena, al Teatro Cervantes de Málaga, reproduciendo en él parte del escenario, los palcos y el patio de butacas.

Rótulo de la avenida de Cervantes

Pasamos ahora al callejero, encontrándonos con el detalle curioso de que en Málaga existen dos vías diferentes que llevan el nombre del escritor complutense. La primera de ellas es la avenida de Cervantes, un hermoso paseo arbolado que discurre al sur de la ciudad, paralelo al paseo del Parque -prolongación de la Alameda Principal- que la separa del puerto. Por esta razón la avenida de Cervantes tan sólo dispone de edificios en uno de sus dos lados -al otro está el paseo del Parque-, aunque éstos son ciertamente señoriales ya que entre ellos se cuentan los del rectorado de la Universidad de Málaga, el Banco de España y el Ayuntamiento, una imponente construcción de 1919, que podríamos calificar de neobarroca, diseñada por los arquitectos Fernando Guerrero Strachan y Manuel Rivera Vera.

Avenida de Cervantes. Edificios de la misma, con el Ayuntamiento al fondo y vista general del paseo

Existe, asimismo, la calle Cervantes, mucho más modesta que la anterior. Está situada esta vía urbana no muy lejos de la anterior, en el popular barrio de la Malagueta justo detrás de la plaza de toros, discurriendo perpendicular al paseo de Reding. Es una calle corta y peatonal cuyo mayor interés radica en que, al haberse construido un aparcamiento subterráneo en el espacio que mediaba entre la trasera de la plaza de toros y la propia calle, el muro liso del aparcamiento fue decorado con diferentes escenas taurinas.

Calle de Cervantes. Rótulo y vista general

Por último, nos encontramos con un colegio de enseñanza primaria bautizado con el nombre de Miguel de Cervantes. Está situado en el número 6 de la calle López Domínguez, al noroeste del casco antiguo de Málaga y cercano al cauce del río Guadalmedina.

Fachada del colegio Miguel de Cervantes
Fotografía tomada de Google Maps

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Bibliografía

Página del Teatro Cervantes de Málaga
Artículo del Teatro Cervantes de Málaga en la Wikipedia