En estas fechas, vísperas de la festividad de san José, leí en la prensa una noticia curiosa, e interesante para los alcalaínos: el ninot indultado en las fallas de 2014, en la categoría de falla grande, fue uno que representaba a Cervantes y pertenecía a la falla de Quart Extramurs-Velázquez, la cual celebra precisamente este año su quincuagésimo aniversario, por lo que el indulto -el primero de toda su historia- resulta ser un magnífico regalo de cumpleaños. Esta falla está radicada junto al antiguo cauce del Turia, extramuros -como su nombre indica- del antiguo recinto amurallado de la ciudad al oeste de las torre de Cuarte, en la confluencia de las calles Velázquez y Castan Tobeñas, y cuenta también con página web.

Otra vista en detalle del ninot
Fotografía de Armando Romero tomada de www.fallas.com

Como es sabido, existe en Valencia la tradición de indultar todos los años a un ninot -en realidad dos, en las categorías de falla grande y falla infantil-, los cuales pasan a formar parte del Museo Fallero. Así pues, siempre tendremos ocasión de contemplarlo siempre que viajemos a la ciudad del Turia.

Boceto en papel de la falla
Fotografía tomada de bdfallas.com

El ninot, tal como se puede comprobar en la fotografía, representa a Cervantes sentado en actitud de escribir, mientras del cuaderno en el que escribe surgen sus dos personajes más universales, Don Quijote y Sancho Panza. El conjunto se completa con la simpática imagen del perro tumbado a sus pies. Lamentablemente el resto de la falla, bautizada con el lema Nos cambiaron el cuento, no correrá su suerte, ardiendo conforme marca la tradición.

Dos vistas de la falla completa. Fotografías tomadas de la página web de Pedro Simarro

La falla es obra del artista fallero Pedro Simarro Fernández. Como puede comprobarse en las fotografías que he tomado de la propia página web del autor, ésta estaba dedicada más bien a Don Quijote que a Cervantes, que no pasaba de ser una figura secundaria -con independencia de su calidad- dado que el protagonismo principal correspondía al caballero andante, representado en una actitud -sentado, con un libro en la mano izquierda y enarbolando una espada con la derecha- que recuerda al conocido grabado de Gustavo Doré. Al igual que en la obra del dibujante francés, en la falla Don Quijote aparece rodeado por los personajes surgidos de sus delirios: damas, caballeros... con el añadido de un orondo Sancho Panza, unos molinos blandos que nos remiten a Dalí y, por supuesto, el ninot de Cervantes. A su lado, tal como se aprecia en la fotografía de la derecha, se plantó la falla infantil. Lamentablemente no he podido acceder a los textos -tradicionalmente satíricos- que la acompañaban, y que no suelen tener desperdicio.

Por último, les recomiendo que visiten la página de Pedro Simarro y, en especial, la sección en la que explica con todo detalle el proceso de creación del ninot.