La presencia de Cervantes en Sevilla *





Busto de Cervantes (vista general)



En diciembre de 2003, durante un corto viaje a Sevilla, ciudad que no conocía, tropecé por casualidad con un monumento dedicado a Cervantes, al cual obviamente hice varias fotografías. Tiempo después aprovecharía estas fotos, y análogas las de otros lugares como Valladolid o Santiago de Compostela, para escribir un artículo titulado Los monumentos dedicados a Cervantes en algunas ciudades españolas, que publiqué en enero de 2005 y posteriormente amplié, tras pasarlo a mi página web, con datos obtenidos de otros lugares. La razón por la que incluí al monumento sevillano en un mismo artículo junto con los de las otras ciudades era tan pragmática como inevitable: carecía de material suficiente para dedicarle un artículo propio, tal como hice por ejemplo con el caso de Madrid. Y así siguió de momento.

Sin embargo,tiempo después recordé -y me di de bofetadas por no haber caído antes en ello- que en Sevilla contaba con un privilegiado corresponsal, mi buen amigo José García Merino, alcalaíno de nación y de vocación -de tal palo tal astilla, puesto que es hijo de José García Saldaña- pero residente en la capital andaluza desde hace ya bastantes años. Así pues, me puse en contacto con él preguntándole si me podía aportar algún dato sobre el monumento en cuestión y, asimismo, si me podría proporcionar alguna foto de mayor calidad que las mías, las cuales dejaban bastante que desear.




Busto de Cervantes (detalle)


La respuesta me llegó a vuelta de correo -electrónico, por supuesto- con tal rapidez, y en tal abundancia, que me desbordó: nada menos que media docena de fotografías junto con un puñado de datos acerca de la escultura. Por esta razón, decidí reconsiderar mi pretensión inicial de ampliar el artículo ya existente, puesto que dadas las nuevas circunstancias resultaba más lógico dedicarle un artículo completo al monumento sevillano desgajándolo pues del anterior. Así lo hice, y éste es el resultado.


Otras dos vistas del busto de Cervantes


Para empezar, hay que aclarar que se trata no de una escultura completa, como ocurre en lugares como Madrid, Valladolid o la propia Alcalá, sino de un busto -en realidad algo más, un medio cuerpo- de bronce que se yergue sobre un pedestal de reducida altura; con su mano izquierda sostiene un libro, mientras la derecha empuña una espada en alusión a su doble condición de escritor y militar. A la pequeña envergadura del monumento se suma el inconveniente de que su ubicación no resulta demasiado visible, por encontrarse semiescondido en el recodo que forma la esquina de la calle de las Sierpes con Francisco Bruna y Entrecárceles, en las proximidades del Ayuntamiento, en mitad de un pequeño jardín cuya exuberancia casi lo oculta en lugar de realzarlo; eso sí, no puede ser más céntrico, ya que está en las cercanías de la catedral y de la popular calle de las Sierpes. Esta ubicación no fue en modo alguno elegida al azar, ya que es allí donde se alzaba la cárcel en la que Cervantes estuvo preso acusado de malversación de fondos.




Lápida del pedestal


En cuanto al autor del monumento, José García Merino me proporcionó unos datos que a su vez le comunicó José María de Mena, un afamado historiador andaluz buen conocedor de las andanzas del autor del Quijote. Su autor fue Sebastián Santos Rojas (1895 - 1976), un escultor sevillano conocido por su afamada imaginería religiosa, y la fecha de su fundición fue 1972 según figura en la firma que aparece en el dorso de la propia escultura. Sin embargo, y así lo indica la lápida del pedestal, no sería inaugurada sino hasta dos años más tarde. Saldaba así Sevilla, de forma tardía, la deuda que tuviera con su prestigioso vecino, ya que en 1915, en vísperas del tercer centenario de su muerte, quedó desierto un concurso convocado para erigirle una estatua, hecho que se repetiría en 1926.




Firma del escultor


Las reminiscencias cervantinas en Sevilla no acaban ni mucho menos aquí. Presidiendo el salón de actos de la Real Academia Sevillana de las Buenas Letras, ubicada en la casa palacio de los Pinelo, nos encontramos con un retrato -figurado, como todos- del escritor alcalaíno, aparentemente una copia del atribuido a Juan de Jáuregui que se conserva en la Real Academia de la Lengua. Aunque el cuadro sevillano carece de rótulo alguno que lo identifique, podría suponerse que se tratara del citado en el Álbum Cervantino editado en 1916 por el Ateneo de Sevilla, a tenor de esta referencia extraída del mismo:


A propuesta del citado Sr. Gestoso acordó asimismo la Junta encomendar a! eminente artista Sr. D. Gonzalo Bilbao, la copia, en lienzo y al óleo, de! retrato de Cervantes, atribuido a D. Juan de Jáuregui, hallado no ha mucho, y propiedad de la Real Academia Española de la Lengua. (...) Al adoptar el mencionado acuerdo, proponíase que la copia del retrato presidiera en las fiestas. Suspendidas por orden de! Gobierno de S. M. para celebrarlas, con el concurso de todos los pueblos, el día -¡Dios quiera llegue luego!- que gocen del soberano bien de la paz, acordó entregar dicha copia a la ciudad de Sevilla. ¿Dónde mejor que en la Casa del Pueblo, y con más decoro, se conservará ese lienzo, digno de veneración por el hombre a quien representa y por los diestros pinceles que en él se emplearon? Así, en días memorables, podrá el Cabildo exponerlo a la pública contemplación, en lugar abierto a todas las miradas: que no merecen menor homenaje, ni han de ser tratado con menos reverencia y cortesanía que los soberanos de la tierra, los reyes y los emperadores del pensamiento.




Salón de actos de la Real Academia Sevillana de las Buenas Letras. Vista general




Salón de actos de la Real Academia Sevillana de las Buenas Letras
Detalle de la copia del cuadro de Jáuregui


Claro está que nos encontramos con un pequeño “problema”; en el Ayuntamiento de Sevilla, concretamente en la denominada “Sala de San Fernando” -antesala de la de Gobierno, donde generalmente el alcalde recibe a las visitas, antes de atenderlas en su despacho-, se conserva otra copia del cuadro de Jáuregui. Así pues, ¿cuál de las dos es a la que hace referencia el Álbum Cervantino? La respuesta parece estar en el ángulo inferior derecho del cuadro, donde bajo la “firma” de Jáuregui aparece una rúbrica del copista en la cual, aunque no es posible leerlo bien, parece adivinarse algo así como “copia por G. Bilbao”, y una fecha que cabe suponer sea 1916. Así pues, misterio resuelto: el cuadro encargado a Gonzalo Bilbao sería el del Ayuntamiento. ¿Y el otro? Habrá que seguir investigando.





Sala de San Fernando del Ayuntamiento de Sevilla
Copia del cuadro de Jáuregui (arriba) y detalle de la firma (abajo)


No acaba aquí el patrimonio cervantino del Ayuntamiento hispalense. Procedente del antiguo Palacio de los Montpensier, denominado de San Telmo ya que fue academia de pilotos de náutica, se conserva un segundo cuadro el cual parece ser que fue cedido al Ayuntamiento a raíz de permutar la Iglesia el edificio a la Junta de Andalucía para ubicar la Presidencia de la misma. Este cuadro se encuentra colgado, junto con otros muchos, en el comedor existente en el Ayuntamiento. Parece ser que es de la escuela española, pero no nos ha sido posible averiguar su autor.




Comedor del Ayuntamiento de Sevilla. Retrato de Cervantes


Pasemos ahora al callejero. Al norte del barrio de la Santa Cruz, no muy lejos del palacio de Lebrija, se encuentra la calle de Cervantes, una corta vía urbana que nada tiene de particular salvo el hecho de estar dedicada al escritor alcalaíno. Eso sí, en ella abre sus puertas un hotel llamado precisamente Cervantes.




Dos vistas de la calle Cervantes




Hotel Cervantes, situado en la calle del mismo nombre
Fotografía tomada de http://www.prontohotel.es/




Rótulo del Hotel Cervantes


Muy cerca de este hotel, en la calle del Amor de Dios paralela a la de Cervantes, se encuentra el Cine Cervantes. Según los datos publicados en la Wikipedia, fue construido como teatro por el arquitecto Juan Talavera y de la Vega, inaugurándose el 13 de octubre de 1873. En la década de los cincuenta del pasado siglo se remodeló convirtiéndose en cine, situación en la que todavía hoy, en plena crisis de las salas cinematográficas, se mantiene, habiéndose salvado, diríase que milagrosamente, de ser troceado en varias salas. Siguiendo con la Wikipedia, leemos que su estilo interior fue originalmente Segundo Imperio, y que sufrió reformas entre 1896 y 1906, en 1909 y, por último, la de la ya citada adaptación para cine, bastante importante, aunque desconozco si se respetó su decoración. Su fachada exterior, por el contrario, no dice gran cosa, siendo de reseñar tan sólo la gran marquesina y el no menos llamativo rótulo.




Cine Cervantes, situado en la calle del Amor de Dios


Justo al otro extremo del casco antiguo, al este del mismo y cercana a los jardines del Valle y a la ronda de Capuchinos, se encuentra la plaza del Pelícano, en una de cuyas fachadas está adosado este mosaico de azulejos que representan, con un dibujo un tanto naïf, a don Quijote y Sancho, ambos a lomos de sus respectivas monturas. En el rincón inferior izquierdo aparece la firma A. Heras, pero no figura ningún otro dato que permitan conocer el origen del mismo.

En esta ocasión no se trata, según todos los indicios, de una iniciativa oficial sino particular, y lo que está claro es que ésta no es su ubicación original, ya que no está empotrado en el muro sino pegado a él, e incluso la esquina superior izquierda aparece rota y reparada. Puesto que en el edificio se ubican varios talleres artesanos y chamarilerías, lo más probable es que alguno de sus inquilinos, en fecha indeterminada, adquiriera los azulejos y decidiera colocarlos allí como elementos decorativos... iniciativa ciertamente loable.




Azulejo de la plaza del Pelícano


También al borde del casco antiguo, ahora en la zona sur, se alza el conjunto monumental de la plaza de España, un recinto construido con ocasión de la Exposición Iberoamericana de 1929. El complejo arquitectónico, construido por el arquitecto Aníbal González, cuenta con una galería porticada, que se abre en semicírculo a ambos lados del edificio central, en cuyo frontal existe un conjunto de bancos decorados con frisos de azulejos representando a todas las provincias españolas. En el correspondiente a Ciudad Real nos encontramos con un motivo alusivo al Quijote, concretamente la aventura de los molinos tal como indica la leyenda que aparece al pie: “Que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla”. Aunque existen más elementos iconográficos de esta provincia, incluyendo un plano de la misma, ninguno de ellos es cervantino. Según reza el rótulo instalado en 2006 tras su restauración, el lienzo original fue realizado en la fábrica de José Laffitte, atribuyéndose la labor cerámica al pintor Enrique Orce Mármol. Sin embargo, otras fuentes consultadas dan como autor de los azulejos a Manuel Soto Fernández.




Banco con motivo cervantino de la plaza de España. De arriba a abajo vista general, motivo central y detalle de la leyenda


Existe también en la Plaza de España un medallón que reproduce el busto de Cervantes. Está situado entre dos de los arcos de la galería porticada que recorre la plaza por encima de los bancos decorados con azulejos a los que hacía alusión en el párrafo anterior. Sobre un total de 52 medallones dedicados a españoles ilustres, todos ellos obra del escultor Pedro Navia, el de Cervantes hace el número 18 comenzando a contar desde la torre sur en dirección al centro de la plaza. Al otro lado de la arquería encontramos asimismo un medallón dedicado a Cisneros, el duodécimo en dirección a la torre norte, pero esto corresponde ya a otro artículo.




Busto de Cervantes en la plaza de España


Todavía queda por ver muchos elementos cervantinos más en Sevilla, ya que en la ciudad existen un buen puñado de lápidas conmemorativas adosadas a las fachadas de los diferentes edificios que estuvieron involucrados en la azarosa vida del escritor alcalaíno, un complejo programa iconográfico en el emblemático parque de María Luisa, e incluso una curiosa escultura del Quijote; pero dada su importancia, en todos los casos merece la pena dedicarles un artículo propio.




* Escrito en colaboración con José García Merino, autor de la mayor parte de las fotografías.

Ver también:
Tras los pasos de Cervantes en Sevilla
Cervantes en el parque de María Luisa de Sevilla
La nueva estatua de don Quijote en Sevilla


Publicado el 22-1-2005 en el nº 1.889 de Puerta de Madrid
Actualizado el 25-5-2013