Talavera de la Reina es una ciudad de la provincia de Toledo situada a unos 90 kilómetros al oeste de la capital, también a orillas del Tajo. Con unos 90.000 habitantes es la mayor población de la provincia, rebasando en habitantes a la propia Toledo, y la segunda de Castilla la Mancha tras Albacete. Heredera de una significada historia y poseedora de un notable patrimonio artístico, Talavera es una importante cabecera comarcal famosa sobre todo por su cerámica, aunque también cuenta con una importante actividad agrícola y ganadera.

Situada en la porción occidental de la provincia Talavera, no pertenece a la Mancha, ya que es cabecera de la comarca de las Tierras de Talavera, limítrofe con las provincias de Ávila y Cáceres. Por esta razón no aparece citada en el Quijote al quedar fuera de las andanzas del caballero andante, lo que no quiere decir que no fuera recordada por Cervantes en sus obras.

De hecho, según se puede leer en la página local La alcazaba, Cervantes demostró conocer detalladamente Talavera y sus gentes, ya que describe con total precisión sus costumbres y sus fiestas. Talavera aparece citada en La gitanilla, en el entremés La guarda cuidadosa y, principalmente, en Los trabajos de Persiles y Sigismunda, novela en la cual una parte importante de la narración tiene lugar precisamente en ella.

No voy a extenderme -quien esté interesado puede acudir a la citada página web- en la descripción que Cervantes hace de Talavera, pero sí quiero reflejar aquí el recuerdo que al escritor complutense dedicaron en la ciudad ribereña del Tajo en agradecimiento por ello. Se trata de una lápida -en realidad un friso de azulejos, como no podía ser de otra forma- que reproduce una cita extraída de la citada novela Los trabajos de Persiles y Sigismunda. Descubrí la lápida por pura casualidad, durante un reciente viaje a la ciudad, lo que no dejó de ser una suerte, ya que yo desconocía por completo su existencia.

Se encuentra en la céntrica calle de la Corredera del Cristo, adosada a una torre de la antigua muralla. Consta de dos partes, una superior inserta en una guirnalda que reza:

A LA
MEMORIA DE
MIGUEL DE CERVANTES
SAAVEDRA
QUE INMORTALIZO
ESTA MUY NOBLE Y MUY
LEAL CIUDAD
TALAVERA DE LA REINA
12 DE OCTUBRE DE 1958

Y otra inferior que recoge la aludida cita:

-De esta manera respondió Constanza- ¿Vos señora española debeis de ser? ¡Y cómo si no! -respondió ella- Y aún de la mejor tierra de Castilla. ¿De cuál? -replicó Constanza. -De Talavera de la Reina -respon- dió ella-... (Los trabajos de Persiles y Segismunda)

En la esquina inferior derecha del friso se lee, por último, la firma del ceramista que lo realizó: Ruiz de Luna. Talavera.

El homenaje de Talavera a Cervantes se completa con una calle dedicada al escritor en el barrio situado tras la ermita y los jardines del Prado, y un colegio privado con su nombre.