A los numerosos monumentos, tanto españoles como extranjeros, dedicados a Cervantes y a su obra literaria -mayoritariamente el Quijote-, se suman otros en los que bien él o bien alguno de sus personajes aparecen en los mismos en calidad de “invitados” dado que éstos homenajean a otras personas, entidades o efemérides. Y aunque no son muy numerosos, y a pesar también de que su protagonismo en ellos sea meramente secundario, no por ello conviene olvidarlos.

Éste es el caso del grupo escultórico con el que me encontré en la localidad leonesa de Villafranca del Bierzo, una población que suma a su importante patrimonio artístico y cultural un entorno natural privilegiado, por lo que siempre resultará más que recomendable visitarla.

Detalle del Quijote del monumento

El monumento se alza en un pequeño jardín situado frente a la impresionante fachada de la iglesia de San Nicolás, a mitad de camino entre la colegiata y la plaza Mayor, y está dedicado al pintor e ilustrador villafranquino Norberto Beberide (1908-1991). Obra del escultor Arturo Nogueira, también berciano, reproduce en bronce la cabeza del pintor sobre un elaborado muro de piedra que la rodea parcialmente a modo de hornacina rota. Bajo la cabeza está escrito el texto “Y el hidalgo dio en pensar en voz alta... y la roca se hace filosofía” firmado por el propio Beberide, mientras en la parte izquierda del muro aparece tallado en relieve el rostro de Don Quijote en actitud pensativa. Bajo el relieve se encuentra la firma del escultor; no así, y es una lástima, la fecha de su erección, la cual no he podido averiguar aunque en cualquier caso debe ser posterior al fallecimiento del pintor en 1991.

Castillo de Ponferrada, de Norberto Beberide

La pregunta que surge de inmediato es la siguiente: ¿Por qué razón aparece la figura de Don Quijote en un monumento dedicado a un pintor local? Basta con consultar en internet para encontrar rápidamente la respuesta: según la Wikipedia Beberide “ desplegó la trama de una quimera quijotesca modelando la inmensa metáfora de la línea y los colores”. Buena muestra de ello es su obra Castillo de Ponferrada (28 × 41 cm.) propiedad del Instituto de Estudios Bercianos, en la que Beberide hermana en un original anacronismo a este conocido monumento con unos extasiados Don Quijote y Sancho Panza que, según la obra cervantina, jamás estuvieron allí... lo que no resta un ápice de mérito, ni mucho menos, al artista villafranquino.

Portada de la carpeta Don Alonso de Quijano (el Bueno) y uno de sus grabados

Beberide fue también dibujante y grabador, y también en internet he podido encontrar algunas muestras de su obra de inspiración cervantina. Éste es el caso de la carpeta titulada Don Alonso de Quijano (el Bueno), cuya portada reproduce un retrato de nuestro personaje muy parecido por cierto al que Arturo Nogueira plasmó en el monumento de Villafranca, lo que induce e a pensar que pudiera haberse inspirado en él.

Otro de los grabados de la carpeta Don Alonso de Quijano (el Bueno)

La carpeta, editada en 1980 por el Instituto de Estudios Bercianos, contiene un total de diez grabados, dos de los cuales reproduzco aquí. Como puede comprobarse, éstos tienen una marcada componente surrealista que les imprime un carácter muy personal y, por supuesto, de una considerable valía artística.