José María Málaga era arquitecto de profesión y artista de vocación; un excelente artista que se nos ha ido cuando todavía podía darnos mucho de su buen hacer. Toda muerte es triste cuando llega antes de su hora, y desde luego la de José María Málaga lo ha sido mucho ya que dibujantes como él hay realmente muy pocos. Se nos ha ido pero nos queda su legado, su importante legado sólo en parte conocido ya que su natural timidez, unida al escaso reconocimiento de su valía por parte de nuestra ciudad, hicieron que nunca se le considerara como realmente se merecía. Eso sí, si nuestra labor en la vida es dejar en ella lo mejor de nosotros mismos, podemos estar bien seguros de que José María Málaga cumplió plenamente con su cometido. Descanse en paz y esperemos que el reconocimiento que no le llegara en vida le llegue al menos con carácter póstumo.