A finales de mayo de 2017 se anunciaba el descubrimiento, durante unas obras de renovación del alcantarillado iniciadas en marzo de ese año, de un tramo de 72 metros de la cloaca original de la calle de los Colegios datada a principios del siglo XVI, la época en la que el Cardenal Cisneros sometió a una profunda reforma urbanística a esta zona de la ciudad con objeto de establecer allí buena parte de los colegios menores de la recién fundada Universidad.

Parte recuperada de la alcantarilla vista desde la calle de los Colegios

Pese a su función meramente utilitaria el hallazgo tenía gran interés arqueológico e histórico, por lo que el Ayuntamiento decidió con muy buen criterio extraer una parte de la conducción que, una vez restaurada, fue colocada en los cercanos jardines de la Puerta de Aguadores a modo mitad de monumento, mitad de recuerdo de nuestro pasado en una época en la que las redes de alcantarillado eran prácticamente inexistentes, lo que da cabal idea de la previsión del Cardenal, un adelantado a su tiempo.

Parte recuperada de la alcantarilla vista desde la Puerta de Aguadores

Es posible que la función principal de esta tubería fuera no tanto la de evacuar las aguas residuales, sino la de drenar unos terrenos que hasta entonces solían estar encenagados a causa de la cercanía del Henares, lo que causaba serios problemas de salubridad que afectaban a los estudiantes y a los profesores de la Universidad. En cualquier caso se trata de una obra de ingeniería notable para la época, ya que lo habitual era que los desechos discurrieran libremente por el arroyo, una pequeña depresión practicada en la parte central de las calles, con las consiguientes molestias para el vecindario.

Parte recuperada de la alcantarilla vista desde el paseo del Val

Tal como se puede apreciar en las fotografías, la alcantarilla estaba construida con ladrillos y tenía una sección rectangular rematada por una bóveda de cañón, una solución sencilla pero sólida y resistente, como ha demostrado el hecho de que todavía estuviera en funcionamiento cuando se descubrió en 2017. La losa de piedra caliza colocada en la parte superior era la tapa de un registro que permitía acceder a su interior para realizar tareas de mantenimiento.

Panel informativo

Aunque el fragmento recuperado ya se encontraba en su actual ubicación en diciembre de 2019, hasta marzo de 2021 no fue complementado con el panel informativo, cuyo texto es el siguiente:

Lamentablemente esta loable iniciativa no se aplicó en otras ocasiones en las que vestigios de la antigua historia de Alcalá fueron destruidos sin la menor consideración hacia nuestro patrimonio. Por fortuna, en esta ocasión sí existió la sensibilidad suficiente para conservarla. Ojalá en un futuro se vuelva a repetir el ejemplo.