Las postales del guiñol cervantino
Junto con las colecciones de postales que pudiéramos denominar normales existen otras cuya motivación principal es la publicidad. No se trata, pues, de postales comerciales ni éstas pretenden promocionar ningún sitio, por ejemplo, turístico, y tampoco son postales institucionales editadas con fines conmemorativos, sino que buscan dar a conocer una actividad concreta de una empresa, de un establecimiento o de un particular, razón por la que suelen ser poco conocidas.
Dentro de este apartado de postales publicitarias, llamémoslas así, destaca por su originalidad una simpática iniciativa que tuvo por escenario Alcalá y que, supongo, la daría a conocer por diferentes lugares de España, pese a que su promotor, tal como reza en los dorsos, no era alcalaíno, sino madrileño. Aunque dadas sus características -se regalaban a modo de promoción del espectáculo- estas postales carecen de depósito legal y de fecha de edición, dado que en una de las fotografías aparece el Negro con moño éstas no pueden ser anteriores a 1997, año en el que fue estrenado este gigante, correspondiendo con toda probabilidad a este mismo año o, como mucho, a alguno inmediatamente posterior.
Lo curioso de estas postales es que promovían un espectáculo de guiñol, ese modesto teatrillo para niños que, al igual que otras muchas actividades tradicionales, está siendo barrido por toda la parafernalia tecnológica de los nuevos tiempos. Puesto que desde entonces han transcurrido quince años largos, desconozco por completo si este guiñol seguirá en activo, aunque sería de celebrar que así fuera. En cualquier caso, por Alcalá que yo sepa no ha vuelto a aparecer desde hace mucho, lo cual es, no cabe duda, una lástima.
Vayamos al guiñol. Éste era de unas dimensiones notables para los espectáculos de este tipo -5 metros de altura por 4 de embocadura y tres de fondo, según rezaban las propias postales- y estaba dedicado al Quijote reproduciendo un molino de viento, nombre con el que había sido bautizado. Su propietario y responsable era Ángel Vázquez, por nombre artístico Ángelo, y en el dorso de las postales afirmaba llevar 20 años dedicado a los niños con más de mil representaciones en pueblos y ciudades... que no es poco.
Las postales son cuatro en total. La primera representa al molino de viento plantado en la plaza de San Diego, justo delante de donde estaba entonces la estatua de Cisneros, y el texto del dorso explica que representa al pájaro Perejil -una de las marionetas- jugando al fútbol con los niños de Alcalá de Henares.
La segunda y la tercera, muy parecidas pero no idénticas, son para mí las más interesantes. Aunque el guiñol está en el mismo sitio el ángulo de las fotografías es diferente, y en vez de reproducir una vista frontal del mismo éste aparece de lado, viéndose de frente parte de la fachada de la Universidad y la comparsa de los gigantes, lo que nos permite determinar que las fotografías fueron tomadas durantes las Ferias de San Bartolomé. La plaza está además llena de gente, lo que le da un sabor especial a la instantánea.
En cuanto al guiñol, al fin y al cabo el protagonista principal de la historia, vemos que ahora las marionetas están representando una escena cervantina muy acorde con el momento. El texto del dorso, en este caso, reproduce la siguiente frase. Don Quijote, Sancho Panza, El Molino de viento y la comparsa cervantina de Alcalá de Henares, un espectáculo único.
En la cuarta y última postal el guiñol ha cambiado de ubicación, trasladándose al parque de San Isidro junto a la ermita homónima. Las marionetas son de nuevo las cervantinas, y el texto explica en esta ocasión que se trata de Don Quijote coronando a una niña como la reina Dulcinea. A juzgar por la expresión de los pequeños, a éstos debió de encantarles el espectáculo.
Fotografía del
calendario. A la izquierda, delante de la puerta de la Univesidad, se aprecia
el Negro con moño
Aunque las postales son sólo las cuatro citadas, Ángelo publicó también un calendario de faldilla con una reproducción en formato DIN-A4 de la misma fotografía en la que aparece la fachada de la Universidad aunque con un campo algo más abierto, lo que nos permite apreciar la presencia del gigante -que en la postal tan sólo se entreveía- gracias al cual hemos podido fecharlas. Al tratarse de un calendario, en esta ocasión el texto no aparece en el dorso, sino debajo de la fotografía.
Existe, por último, un cartel tamaño póster -lamentablemente no puedo reproducirlo al no caber en mi escáner- cuya fotografía debió de ser tomada según todos los indicios en esas mismas fechas ya que tanto el guiñol como los gigantes aparecen frente a la fachada de la Universidad, aunque el guiñol está cambiado de orientación. Puesto que el cartel carece de texto desconozco si el promotor de su edición fue el propio Ángelo o si, por el contrario, se pudo tratar de una iniciativa diferente, quizá municipal. En cualquier caso, no deja de tener su interés.
Publicado el 20-1-2013