Hace algunos años, comenté en estas mismas páginas el hecho de que las postales a la venta en Alcalá no cubrían ni de lejos todas las posibilidades turísticas de nuestra ciudad, faltando además casos tan llamativos como el de la Capilla de San Ildefonso o el Paraninfo. De entonces a ahora ciertamente ha sido editado un buen número de ejemplares, pero la selección de motivos ha sido tal que continúan sin ser subsanados los huecos anteriormente citados.

Básicamente, la mayor parte de estas nuevas postales han sido producto de iniciativas particulares desarrolladas en torno a conventos, iglesias y cofradías. Así, junto con un buen número de imágenes religiosas, Vírgenes sobre todo, han aparecido otras en las que se reproducen algunos aspectos arquitectónicos de distintos edificios religiosos. El problema. es que la mayor parte de estas postales no han tenido apenas divulgación, con lo que se ha perdido en gran parte la posibilidad de utilizarlas como vehículo de la promoción turística de nuestra ciudad.

También hay que reseñar los ocho ejemplares editados por la Casa de Cervantes, la reedición de treinta y dos postales antiguas por parte de Brocar, las diez portadas de periódicos reproducidas por Capitel y la colección de cinco motivos del traje regional de Alcalá. El ayuntamiento, por último, bien directamente bien a través de la Fundación Colegio del Rey, tuvo una época en la que editó bastantes postales de temas ciertamente muy poco turísticos, alusivas a exposiciones y a festivales de cine. Pero las tres casas comerciales que poseen colecciones sobre Alcalá no han podido ser menos activas; una de ellas ha editado un par de vistas de la plaza de Cervantes, otra ha reeditado algunas antiguas y la tercera no ha hecho absolutamente nada.

Mientras tanto, siguen faltando postales de lugares tales como el Paraninfo, la Capilla de San Ildefonso, la Magistral, el colegio de Málaga, el hospital de Antezana o la totalidad de las estatuas, a excepción de la de Cervantes. Otras, por su parte, están tan anticuadas que merecerían una actualización, como es el caso de la puerta de Madrid, la plaza de las Bernardas o las murallas. Es mucho, pues, lo que se puede hacer no de cara a los coleccionistas sino, insisto una vez más, a la promoción de nuestra ciudad.

Publicado el 10-6-1989, en el nº 1.149 de Puerta de Madrid

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Si ustedes entran a comprar una postal en alguno de los lugares en los que habitualmente se venden -papelerías y estancos sobre todo-, podrán comprobar un hecho curioso: Existe una oferta mayor de postales de temas madrileños que las correspondientes a nuestra propia ciudad. No voy a hablar ahora de la incongruencia que supone vender postales de una población distinta a la nuestra, sino del hecho cierto y constatable de la escasez de postales alusivas a Alcalá.

Cierto es que en estos últimos tiempos han sido editadas bastantes, pero no menos cierto es también que la inmensa mayoría de las mismas eran dirigidas no al público en general sino simplemente a los coleccionistas; porque, en lo que respecta a las postales llamémosles turísticas, estamos viviendo de las rentas de hace bastantes años -básicamente Universidad, plaza de Cervantes, casa de Cervantes y poco más- sin más modificaciones que alguna que otra actualización de las postales de la plaza de Cervantes. Paralelamente, no existe una sola postal que recoja monumentos tales como San Ildefonso, el paraninfo, la Magistral, el colegio de Málaga, el Hotel Laredo o ningún otro de los muchos existentes en nuestra ciudad. Y, si se quiere de verdad promocionar el turismo, ciertamente no se está haciendo mucho en este aspecto por lo demás sumamente fácil y barato de conseguir bien invitando a las editoriales comerciales a hacerlo, bien editando el ayuntamiento una colección de postales que pudiera paliar esta carencia.

Publicado el 22-12-1990, en el nº 1.221 de Puerta de Madrid

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Hace algunas semanas, me lamentaba de que hubiera muy pocas postales de Alcalá. Hoy, por el contrario, me agrada comentar la aparición de una nueva colección que viene a paliar siquiera en parte esta penuria con la publicación de al menos diez postales nuevas aunque los huecos en la numeración hacen suponer que habrá alguna más. Puesto que se trata de una nueva colección y no de la ampliación de las ya existentes, no es de extrañar que parte de ella esté dedicada a los motivos más habituales de nuestra ciudad: Cuatro vistas de la plaza y la estatua de Cervantes (demasiadas, a mi entender), otra de la fachada de la universidad y una sexta de la puerta de Madrid.

Más interesantes son las cuatro restantes por recoger vistas inéditas: La plaza de las Beatas con el monumento -desbaculado- de Carrillo, la capilla del Oidor, la iglesia de las Magdalenas y (y ésta es para mí la más importante con diferencia) el sepulcro de Cisneros. A la espera de las que todavía faltan, no deja de ser ya esta colección una interesante contribución a la promoción de nuestra ciudad. Esperemos que el revulsivo siga adelante y podamos contar con postales de lugares tales como San Ildefonso, el paraninfo, la Magistral, el colegio de Málaga, las Bernardas, la estatua de Azaña u otros.

Aunque no nueva, pero sí renovada, existe otra interesante colección de postales editada por la Casa de Cervantes y vendida únicamente allí, lo que contribuye quizá a que sea bastante menos conocida de lo que sería de desear. Y, ciertamente, les aseguro que merece la pena.

Publicado el 9-2-1991, en el nº 1.227 de Puerta de Madrid

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Alcalá, años sesenta

Desde hace unos días está a la venta en Alcalá una nueva colección de postales que, en número de 36, recogen diferentes aspectos -muchos de ellos inéditos- de la Alcalá de la década de los sesenta, que es como decir de cuando nuestra ciudad había comenzado a crecer sin haber perdido todavía su aire antañón y secular. Su autor, Baldomero Perdigón, pone así en nuestras manos una colección de instantáneas alcalaínas sumamente interesantes tanto por la época en la que fueron hechas, sumamente crucial para la evolución de la ciudad, como por el hecho de ser prácticamente desconocidas ya que, huyendo de los grandes monumentos y edificios -la fachada de la Universidad ha estado siempre igual, me decía Baldo-, el autor ha seleccionado de entre su vasto archivo aquellas vistas que nos acercan a la Alcalá cotidiana y costumbrista de entonces, precisamente la Alcalá que prácticamente desapareció arrastrada por la vorágine de los tiempos.

En esto ha consistido, precisamente, el gran acierto de Baldo: Al brindarnos imágenes tales como la de la fuente de los Cuatro Caños con el burro de un aguador, las de los desaparecidos abrevaderos, la de la calle del Gallo ocupada por los puestos del mercado mientras éste era construido sobre el solar del antiguo, la de la calle de Diego de Torres antes de que fuera destrozada con nuevas edificaciones o la de una ermita de San Isidro solitaria en mitad de las eras, nadie puede sentirse indiferente: Los que llegamos a conocer estas estampas, porque nos retrotrae a la nostalgia de nuestros años infantiles -como es mi caso- o de una época en todo caso ya muy lejana. Y los que no las conocieron, bien sea por su edad o por no residir todavía en Alcalá, porque les sorprenderá descubrir cómo una ciudad puede experimentar transformaciones de ese calibre en un plazo de apenas tres décadas. De cualquier forma, se trata de una interesantísima aportación a la memoria histórica de nuestra ciudad.

Publicado el 25-1-1992, en el nº 1.272 de Puerta de Madrid

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Acaba de ser editada una colección de postales que reproduce diez dibujos a plumilla de José Sánchez Vilar, un alcalaíno de adopción que, al igual que hace más de un siglo lo fuera Manuel Laredo, ha sido cautivado por nuestra ciudad. Los dibujos son excelentes, por lo cual deseo felicitar al autor, al tiempo que hago votos por que estas postales alcancen la difusión que se merecen.

Publicado el 26-4-1997, en el nº 1.522 de Puerta de Madrid

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Interior del Paraninfo. Una de las nuevas postales,
perteneciente a un colección editada por la Universidad

Nota de febrero de 2009

En los años transcurridos desde que escribiera estos artículos la situación ha cambiado notablemente, y han sido muchas las postales publicadas desde entonces, tanto por entidades públicas como el Ayuntamiento, la Universidad, el Obispado, la Casa de Cervantes o el Museo Arqueológico, como fruto de iniciativas privadas, en unas ocasiones casas comerciales y en otras particulares o entidades sin ánimo de lucro.

En resumen la oferta actual, aun teniendo en cuenta las colecciones agotadas, es hoy sensiblemente más amplia que la que quedó reflejada en mis antiguas Gacetillas complutenses.

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^* Este artículo es una recopilación de textos breves sobre las postales publicados en diferentes entregas de las Gacetillas Complutenses.