Dentro del mundillo de los radioaficionados se conoce como QSL a una tarjeta postal que se envían unos a otros como confirmación de que han recibido sus emisiones. Dicho con otras palabras, es un acuse de recibo que se envía por escrito para que quede constancia del mismo, ya que son la prueba de los méritos de los radioaficionados de cara a sus promociones y competiciones.

Reverso de la tarjeta QSL alcalaína

Estas tarjetas deben sus siglas al llamado código Q, ideado a principios del siglo XX para facilitar las comunicaciones radiofónicas de barcos y aviones cuando todavía se utilizaba el código Morse. Consta de una serie de treinta y cinco abreviaturas de tres letras, todas las cuales comienzan por Q -de ahí su nombre-, que conforman una especie de taquigrafía radiofónica, por definirla de alguna manera, que en su día facilitaba la comunicación incluso entre personas de distintos países, dado su carácter internacional.

Huelga decir que desde un punto de vista tecnológico este código hace ya mucho tiempo que quedó completamente obsoleto, pero su facilidad y el peso de la tradición motivaron que se haya seguido utilizando hasta hoy en día al menos dentro del ámbito de los radioaficionados, quizá por el romanticismo que lleva inherente esta afición.

En cuanto a las tarjetas QSL, huelga decir que pronto se convirtieron en objeto de colección. Éstas deben llevar obligatoriamente -por lo general en el reverso- los indicativos -matrículas personalizadas- del receptor y el emisor de la tarjeta, la fecha y la hora del contacto radiofónico y varios datos técnicos como la frecuencia, la clase de emisión y la codificación de la emisión recibida. De manera opcional pueden incluir también los datos personales de quien la envía, su dirección y cualquier tipo de personalización de la misma, siendo habitual que se incluyan el logotipo de la asociación a la que pertenece (Unión de Radioaficionados Españoles, o URE en nuestro caso) y algún motivo alusivo de su ciudad, región o país.

Y es justo aquí cuando entramos en el tema que nos interesa. Desde hace tiempo conservo una tarjeta QSL que fue utilizada por los radioaficionados alcalaínos allá por los años ochenta, la única de este tipo que obra en mi poder aunque, por lo que yo sé, llegaron a circular algunas más.

La tarjeta está editada en blanco y negro, y en el anverso reproduce una fotografía de la fachada de la Universidad acompañada por el logotipo de la URE y el escudo de la ciudad, todo ello encabezado por la frase “ALCALÁ DE HENARES, CUNA DE CERVANTES”.

En el reverso se recogen los apartados prescritos por el protocolo de comunicación, junto con una frase que reza:

ALCALÁ DE HENARES,
Ciudad Universitaria y Cuna de Miguel de
Cervantes Saavedra, honra
al «Príncipe de los Ingenios».

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Otras QSL alcalaínas

Aunque mi colección personal de QSL alcalaínas se limita a la tarjeta postal citada anteriormente, gracias a la amabilidad de los socios de la Unión Comarcal URE del Henares, a los cuales agradezco su ayuda, he podido tener acceso a varias de ellas más, concretamente tres, que son las que paso a reproducir a continuación.

La primera de ellas fue editada en 2008 con motivo del IV Concurso Alcalá de Henares Cuna de Cervantes. El anverso está formado por una composición de fotografías de distintas vistas de la ciudad, presidido en el centro por la estatua de Cervantes que, a su vez, está flanqueada por sendos dibujos de Don Quijote y Sancho Panza salidos del lápiz de Mingote y publicados originalmente en una serie de sellos en 1998. Aparecen también el código de la Unión de Radioaficionados Comarcal del Henares y el logotipo de la misma, similar al de la URE pero sustituyendo estas siglas por las de URCH, junto con el escudo de Alcalá.

El reverso, por su parte, reproduce un motivo del Quijote, concretamente el episodio del caballo Clavileño, según el conocido grabado de Gustavo Doré. Acompañan al dibujo el logotipo de la asociación, su membrete y las casillas correspondientes al protocolo de comunicación.

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La segunda QSL carece de fecha, aunque es probable que sea más reciente que la anterior dado que en ella aparece la estatua de Cervantes ya restaurada. El anverso reproduce una fotografía en color de la plaza de Cervantes en una de sus perspectivas más clásicas, con la estatua de frente y, tras ella, el quiosco tapado casi por completo por el pedestal, con la Capilla del Oidor y las torres del Colegio de Málaga como fondo. Incluye, como es lógico, el logotipo de la URCH -por duplicado- y el código y el nombre de la Unión de Radioaficionados Comarcal del Henares.

El reverso, en blanco y negro, también está dedicado a la plaza de Cervantes, pero con la fotografía tomada justo desde la perspectiva opuesta. En primer plano aparece ahora el quiosco, que se convierte en el principal protagonista de la misma, viéndose al fondo el perfil de las viviendas que cierran la plaza por el lado norte -el de las calles Mayor y Libreros- con la reconstruida cúpula de la iglesia de las Juanas sobresaliendo por encima de ellos. Al igual que en el caso anterior -no olvidemos que las QSL son sobre todo documentos de notificación- aparecen también el logotipo de la URCH y el casillero reservado al protocolo de comunicación.

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Caras exteriores delantera y trasera de la QSL de Radio Alcalá Independiente

La tercera, y última, QSL es en realidad un díptico, por lo que cuenta con un total de cuatro caras. Ésta no fue editada por la URCH, sino por un radio club denominado Radio Alcalá Independiente DX fundado en 1989 y que, al parecer, ya no está activo. La cara exterior delantera, es decir, la equivalente al anverso, reproduce el nombre y el logotipo del radio club, junto con una fotografía de la estatua de Cervantes y un escudo de Alcalá. DX, por cierto, significa dentro del argot particular de los radioaficionados distancia incógnita, y se aplica a la búsqueda de contactos radiofónicos lejanos o exóticos. La cara exterior trasera, o reverso, está reservada en su totalidad para los detalles técnicos del contacto.

Caras interiores de la QSL de Radio Alcalá Independiente

En las dos caras interiores, por su parte, aparecen una fotografía de la fachada de la Universidad y unos breves textos descriptivos de Alcalá y de Cervantes.