En 1992 la Comunidad de Madrid editó una serie de cuatro postales recortables representando diferentes monumentos de su ámbito geográfico. Dos de ellas, las números 1 y 3, estaban dedicadas a sendos monumentos de la capital, la Puerta de Alcalá y el Museo del Prado. La número 4 correspondía al Castillo de Manzanares el Real, mientra la número 2, por último, reproducía la fachada de la Universidad alcalaína constituyendo un caso curioso, por lo original, dentro de todas las postales editadas en Alcalá o sobre Alcalá.

La postal reproduce en el anverso un dibujo bastante detallado de la fachada de la Universidad, acompañado del escudo de la CAM. En el reverso aparece también el logotipo de la Comunidad de Madrid, acompañado del membrete de la Consejería de Cultura. También se indica el número de la colección -el 2, como acabamos de ver- así como varios datos técnicos: la imprenta -Egraf S.A.-, el depósito legal -M 17.227 1992- y el diseño y la producción -Gavia-, e incluye asimismo un pequeño diagrama con instrucciones para el recorte y montaje del dibujo.

Reverso de la postal

Yo, huelga decirlo, no la recorté, aunque se pueden apreciar en el dibujo unas solapas diseñadas para ese fin así como, en el diagrama del reverso, el perfil de la figura tal como quedaría una vez recortada.

Si estudiamos los reversos de las postales, vemos que parecen estar distribuidas en dos grupos diferentes. Uno estaría formado por las dos primeras, la de la Puerta de Alcalá y la de la Universidad, y ambas comparten tanto el número de depósito legal como el resto de los datos técnicos. Las dos últimas -Museo del Prado y Castillo de Manzanares el Real-, aunque respetan la numeración, carecen de depósito legal y de información sobre la imprenta, indicando tan sólo el diseño y la producción de Gavia. Esto podría indicar que quizá fueran más tardías, pero la ausencia del depósito legal nos impide saber la fecha de su publicación.

Puerta de Alcalá

Museo del Prado

Castillo de Manzanares el Real

Poco más es lo que puedo decir al respecto, salvo insistir en que se trató de una iniciativa original y curiosa la cual, hasta donde yo sé, no tuvo continuidad; una verdadera lástima, puesto que existen otros muchos monumentos importantes en Madrid y en su provincia que también merecerían haber sido reproducidos. Pero ahí está.