El Encuentro de las Tres Religiones
Monumento al Encuentro de
las Tres Religiones, de Pepe Noja
Por una vez Alcalá ha sido noticia no ya nacional, sino internacional, no por un suceso o por un hecho luctuoso o morboso, como suele ser lo habitual en los diarios madrileños, sino por algo tan positivo como un encuentro entre las tres grandes religiones mediterráneas presidido por nuestros reyes. Es motivo de satisfacción que esta iniciativa haya tenido lugar en Alcalá, y es asimismo razón para felicitar a la universidad en su condición de promotora de la misma. Se trata, en definitiva, de un éxito de nuestra universidad que se traduce en un éxito de la ciudad. Así pues, enhorabuena.
Como recuerdo del acontecimiento el ayuntamiento ha procedido a levantar un monumento conmemorativo en la confluencia de la plaza de Palacio con las calles de San Juan y Cardenal Sandoval, obra de Pepe Noja; a mí la iniciativa me parece excelente y el lugar elegido sumamente adecuado, pero la factura del monumento (una pirámide triangular truncada por uno de sus lados) no me parece la más adecuada para el entorno que la rodea. Quede claro que nada tengo contra la escultura contemporánea, con la cual me pasa lo mismo que con otras muchas cosas: Hay piezas que me gustan, piezas que no me gustan y piezas que me resultan indiferentes... Pero lo que sí entiendo es que toda escultura debe estar acorde con su entorno independientemente de su valía intrínseca, y mucho me temo que en esta ocasión no se ha acertado ya que este monumento, ejemplar en su simbología (tres caras de una misma pirámide, tres religiones de una misma raíz cultural), resulta ser francamente pobre. Pepe Noja es un excelente escultor y son varias las obras suyas que en Alcalá se encargan de demostrárnoslo, pero en esta ocasión la pirámide me ha sabido a poco, ya que tanto la ocasión como el lugar exigían un recuerdo de mucha mayor envergadura.
Publicado el 10-12-1994, en el nº 1.410 de
Puerta de Madrid
Actualizado el 12-2-2008