La presencia de san Diego en Granada
Tal como es sabido, aunque el culto a san Diego -o al menos su iconografía- está repartido por prácticamente toda España, es en Andalucía donde reviste una mayor importancia, quizá por su origen andaluz o quizá también porque, al ser su cristianización más tardía, las advocaciones que más arraigaron en esta región fueron no las de antiguos santos venerados ya desde la época visigoda, como es el caso de los Santos Niños, sino las de aquéllos posteriores como san Diego, que vivió en el siglo XV y fue canonizado en el XVI.
Así pues, nada de extraño tenía que lo encontrara en Granada, aunque hasta donde yo sé no existe ninguna iglesia dedicada a él, razón por la que he titulado el artículo con el término la presencia en vez de optar por el de el culto, lo cual dicho sea de paso no deja de ser un detalle menor, ya que la existencia de iconografía podría indicar un posible culto en el pasado.
Escultura de Alonso Cano
y Pedro de Mena del Museo de Bellas Artes de Granada
Fotografía
tomada de la
ficha del museo
En cualquier caso, para empezar nos encontramos nada menos que con una magnífica talla realizada por dos escultores de la talla de Pedro de Mena y Alonso Cano. Se conserva en el Museo de Bellas Artes de Granada, sito en el palacio de Carlos V de la Alhambra, y según la ficha del museo la talla sería del primero y la policromía del segundo. Sin discusión alguna se trata de una magnífica obra de arte de 199 centímetros de altura datada entre 1653 y 1657 que procede del convento granadino del Ángel Custodio, de monjas clarisas, fundado en 1626 en la calle Elvira y todavía existente en la actualidad, aunque tras sufrir el edificio daños en la Guerra de la Independencia y ser reedificado en su totalidad, en 1932 la comunidad se vio obligada a abandonarlo, permaneciendo acogida temporalmente en otro convento hasta que diez años más tarde, en 1942, pudo trasladarse a su actual sede de la calle de San Antón.
La talla de san Diego estuvo colocada originalmente en una de las hornacinas de las pilastras del crucero de la iglesia junto con las dedicadas a san Antonio de Padua, san Pedro de Alcántara y san José. No me ha sido posible averiguar el momento en el que fue trasladada al museo, aunque cabe suponer que ocurriera en el período de tiempo comprendido entre la Guerra de la Independencia y el abandono del edificio durante la II República Española.
Talla de Alonso Cano perteneciente a la
Fundación Rodríguez Acosta |
Una segunda escultura de Alonso Cano se conserva también en Granada, concretamente en la Fundación Rodríguez Acosta. Pertenece a los fondos del Instituto Gómez Moreno, y según la ficha del museo dataría de los años 1652-1657, siendo anterior a la del convento del Ángel Custodio y, según algunos autores, un estudio preliminar de ésta. Es de pequeño tamaño, ya que su altura tan sólo alcanza los 60 centímetros.
Cuadro de José de Ribera
de la Fundación Rodríguez Acosta
Fotografía tomada de
la
ficha del museo
En esta misma Fundación, y asimismo dentro de los fondos del Instituto Gómez Moreno, nos encontramos con un cuadro de José de Ribera titulado San Diego de Alcalá. Conforme a los datos de la ficha del museo se trata de un óleo sobre plancha de cobre de 75 × 54 cm., y representa a san Diego en busto sosteniendo con una mano la cruz y con la otra las rosas del famoso milagro, ya que al no ser un retrato de cuerpo completo no resultaba posible pintarlas en el regazo del hábito tal como suele ser habitual.
Imagen de la iglesia de
San Antón
Otra talla de san Diego se venera en la iglesia de San Antón junto con las de otros santos franciscanos. Este templo, junto con el convento anejo, fue fundado por los franciscanos terciarios en 1534, aunque el edificio actual data del siglo XVII. Tras ser exclaustrado en 1835, hoy está ocupado por una comunidad de religiosas capuchinas. La imagen de san Diego, de la que no puedo aportar más datos que la propia fotografía, está situada en una de las capillas laterales del lado del Evangelio, es decir, a la izquierda teniendo el altar mayor de frente.
José Francisco Rafols, en su libro Las cien mejores obras de la escultura española publicado en 1943, reproduce la fotografía de una imagen de san Diego, también de Pedro de Mena, perteneciente a la iglesia de San Antón, la cual no pude ver cuando visité esta iglesia, lo que no quiere decir que no siga estando, quizá en otras dependencias del convento.
Existió en Granada el convento, hoy desaparecido, de San Antonio de Paula y San Diego. Estaba situado en la cuesta de San Antonio, el camino que conduce al barrio del Albaicín por el norte, lo que parece indicar que se encontraba extramuros. Debió de ser un monasterio importante -llegó a ser llamado El pequeño Escorial-, ya que albergó importantes obras de arte muchas de las cuales se encuentran hoy repartidas en diferentes iglesias granadinas y en el Museo de Bellas Artes, aunque ninguna de las que he logrado identificar correspondían a san Diego. Desamortizado en el siglo XIX, tan sólo quedan hoy de él algunas ruinas.
Rótulo de la calle
de San Diego
Queda reseñar, por último, la existencia de la calle de San Diego. Discurre paralela entre las calles de San Antón y San Isidro, teniendo su inicio en la calle Duende y su final en la calle Nueva de la Virgen. Pese a encontrarse cercana a la importante Acera del Darro en pleno ensanche de la ciudad no presenta mayor interés, siendo además extremadamente estrecha... pero ahí queda su homenaje a nuestro lego franciscano.
Publicado el 11-6-2017