La catedral de Málaga, conocida popularmente como La Manquita debido a que una de sus dos torres quedó inconclusa, es un majestuoso templo cuya construcción se inició en 1528 y finalizó en 1782 cuando todavía no estaba completamente acabada. Aunque sus planos originales seguían el estilo renacentista, a causa de la larga duración de las obras acabarían incorporándose a su fábrica elementos barrocos.

Consagrada a la Encarnación, la catedral atesora un considerable patrimonio artístico en forma de retablos, tallas cuadros y otros elementos de arte religioso. Y san Diego, de origen andaluz y muy venerado en esta región, no podía faltar, aunque no llegó a contar con el protagonismo de tener una capilla propia.

Planta de la catedral de Málaga. La capilla de san Francisco está marcada con un círculo rojo
Ilustación tomada de Historia y arte de Málaga de Juan V. Navarro Valls

Así pues, para buscarlo habremos de dirigirnos a la capilla de San Francisco, que es la segunda de la girola por el lado de la Epístola, es decir, el derecho. La capilla, como cabe deducir de su nombre, tiene por titular al fundador de la orden franciscana, cuya imagen preside un retablo barroco del siglo XVII que, según indica Juan V. Navarro Valls en su página Historia y arte de Málaga, procede del convento de Santa Clara de Plasencia y reemplaza al original, perdido en 1936. La ornamentación de la capilla se completa con varios cuadros, vidrieras, y los mausoleos de dos arzobispos, Luis de Torres y su sobrino homónimo.

Capilla de San Francisco. Vista general y retablo. Fotografías tomadas de la página web de la catedral

Sobre la imagen de san Francisco se encuentra la de santa Clara, y ambos están acompañados por otras tallas y relieves de menor tamaño representando a otros santos de la orden franciscana. El remate del retablo, por último, está constituido por un calvario. La figura de San Diego aparece como relieve, y no como imagen de bulto, en la base de la columna de la derecha. Está representado en la imagen habitual del milagro de las rosas, que sostiene en el hueco del hábito con la mano izquierda, una iconografía típica de la época. Lamentablemente, carezco de datos acerca del autor.

Relieve de san Diego.

No es ésta la única representación de san Diego existente en la catedral de Málaga, ya que vuelve a aparecer en uno de los relieves de la sillería del coro, aunque no me fue posible fotografiarlo por encontrarse éste cerrado ni he podido encontrar ninguna fotografía que lo represente, por lo que tan sólo puedo dar noticia de su existencia.