La presencia de san Diego en Sevilla
Aunque a san Diego se le ha solido asociar tradicionalmente con Alcalá, por ser en esta ciudad donde vivió sus últimos años y donde se conserva su cuerpo, su origen era andaluz, puesto que nació en la localidad de San Nicolás del Puerto, enclavada en la serranía sevillana. Es posiblemente por esta razón por la que su culto es muy popular en Andalucía, en general, y en Sevilla en particular.
En lo que respecta a la ciudad de Sevilla, su presencia es frecuente y merece la pena ser recordada. Aunque no me ha sido posible realizar un estudio exhaustivo de ella, reflejaré aquí toda la información de que dispongo.
La catedral
Catedral. Cuadro del altar de
la Asunción
Fotografía tomada de
http://historiartesevilla.blogspot.com.es/
La catedral de Sevilla, principal templo de la ciudad, cuenta con un importante conjunto iconográfico dedicado a san Diego. En lo que a cuadros respecta, podemos comenzar nuestro recorrido con el que se encuentra en el altar de la Asunción, situado en la cabecera del templo entre la Capilla Real y el acceso a la Giralda y la conocida como Puerta de Palos. Debe su nombre a que la figura principal del retablo es una imagen de la Asunción de la Virgen flanqueada por un cuadro en el que aparecen, en actitud orante, sal Ildefonso a la izquierda y san Diego a la derecha, identificable -aunque en la fotografía está parcialmente tapado por la imagen de san Judas Tadeo- por su hábito franciscano y por cargar con una cruz apoyada en su hombro derecho. Está fechado en 1593, y su autor fue el pintor Alonso Vázquez.
Catedral. Cuadro de la capilla
de la Antigua
Cruzando la catedral en diagonal, en el lado de la Epístola, sur o de la derecha, según se prefiera, está la importante capilla de la Antigua, una de las principales advocaciones marianas de la capital hispalense. En esta suntuosa capilla se conserva un cuadro que representa a san Diego curando a los enfermos obra, según Enrique Valdivieso, del pintor Domingo Martínez, que ejecutó las pinturas de esta capilla entre 1734 y 1738. Un incendio ocurrido en 1889 dañó considerablemente a los lienzos de la capilla, perdiéndose entre otros el de san Diego, por lo que el que hoy se conserva es una réplica del mismo. Según Valdivieso en la sacristía de la capilla se conservan otros dos cuadros relacionados con san Diego y con la Virgen de la Antigua, el Milagro de la Virgen de la Antigua, del que según la tradición fue testigo san Diego, y el de la salvación de un niño de un horno.
Lamentablemente no me fue posible acceder a estos dos cuadros, y tampoco pude conseguir una fotografía de mejor calidad del primero, dado que era muy oscuro y se encontraba muy elevado, por lo que el flash de la cámara me fue de muy poca ayuda.
Catedral. Cuadro de la capilla
de los Evangelistas
Existe un cuadro más en una de las paredes laterales de la capilla de los Evangelistas. Situada al otro lado de la nave, es decir, el lado norte o del Evangelio, es una de las dos capillas fronteras a la Puerta del Lagarto, una de las que dan acceso al Patio de los Naranjos. El cuadro, según rezaba el panel informativo, es anónimo y está fechado en la segunda mitad del siglo XVII. Como puede apreciarse, san Diego porta sus atributos más habituales, la cruz, que apoya en el hombro, y las rosas recogidas en el regazo del hábito en alusión al conocido milagro.
Catedral. Imagen de la capilla
de san Isidoro
Concluye el recorrido por la catedral con la imagen que se encuentra en el retablo de la capilla de san Isidoro, situada a los pies de la nave central entre dos de las tres puertas de la fachada principal. El retablo fue ejecutado por Bernardo Simón de Pineda en 1664, y las esculturas de san Francisco y san Diego que flanquean a la del titular figuran como anónimas.
El Salvador
El Salvador. Imagen del retablo
de la Virgen de las Aguas
Tras la catedral el más importante templo sevillano es sin discusión la colegiata del Salvador, un suntuoso templo que contó con cabildo propio -de ahí su consideración de colegial- que llegó a rivalizar incluso con el de la catedral. Recién restaurada, el Salvador luce hoy en todo su esplendor mostrándonos una apoteosis del barroco andaluz que podrá gustar o no, pero que a nadie pasa desapercibido. En el Salvador, un auténtico museo de arte sacro, encontré dos imágenes de san Diego. La primera se encuentra en la parte alta del retablo de la Virgen de las Aguas, y a causa de la gran altura de su ubicación me resultó difícil de fotografiar. Según el panel informativo el retablo fue construido entre 1726 y 1731 por José Maestre, y dorado entre ese año y 1757 por Francisco Lagraña, aunque nada indicaba acerca de la autoría de la imagen de san Diego.
El Salvador. Imagen del retablo
de san Fernando
La segunda imagen pertenece al retablo de san Fernando, tallado entre 1760 y 1767 por José Díaz. De nuevo, nos quedamos sin saber el autor de la imagen de nuestro santo franciscano.
Hospital de los Venerables
Hospital de los Venerables.
Iglesia
El Hospital de los Venerables fue fundado en 1675 por el canónigo Justino de Neve con el objetivo de acoger a sacerdotes ancianos y sin recursos económicos. Hoy en día es sede de una fundación cultural y se puede visitar, lo que me permitió descubrir en su iglesia, sobre la mesa de un altar lateral, una talla en madera de pequeño tamaño -no tendría más allá de un metro- de san Diego, de la que carezco de más información.
La parroquia
Vista exterior de la parroquia
de San Diego. Fotografía tomada de
solycostal.blogspot.com.es
Existe en Sevilla, como cabía suponer, una parroquia consagrada a san Diego. Está situada en la plaza del Aljarafe, en el barrio del Plantinar, a unos dos kilómetros y medio al sureste de la catedral. La parroquia fue creada en 1971 y, a juzgar por las escasas fotografías que he podido cotejar ya que no me fue posible acercarme hasta allí, su aspecto es el típico de la época en la que fue construida. Lo que sí conservan es una talla antigua del santo titular, fechada a finales del siglo XVII o a principios del XVII, cedida por la colegiata del Salvador.
Imagen de san Diego conservada
en la parroquia
Fotografía tomada de la
página web de la parroquia
Otros templos y museos
Según Jesús Prieto, gran estudioso de la iconografía de san Diego, todavía existen bastantes más representaciones suyas en Sevilla, citando en su página, además de todas las aquí recogidas, dos pequeños medallones -relieve y pintura, respectivamente- del sagrario de la catedral, otro medallón en relieve de la iglesia de san Vicente Mártir, una pintura mural y un bordado en la iglesia de la Consolación, cuadros en el convento de clarisas de Santa María de Jesús, en la iglesia de San Buenaventura y en el Hospital del Pozo Santo, y una escultura en la colección de Ricardo Sierra... sólo en la ciudad de Sevilla, puesto que en otras localidades de la provincia la presencia de san Diego es asimismo muy nutrida.
El callejero
Rótulo de la calle de
San Diego
La ciudad de Sevilla ha sido asimismo pródiga a la hora de bautizar con el nombre de san Diego a diversas vías urbanas. Veamos cuáles son éstas:
Vista general de la calle de
San Diego
La calle de San Diego es paralela a la de Arfe, y se encuentra cercana a la plaza y al teatro de la Maestranza. Como se puede apreciar en la fotografía, es estrecha y carece de edificios de interés.
Arco de la glorieta de San
Diego
La glorieta de San Diego tiene, por el contrario, mucho más empaque. Es una de las entradas principales a la plaza de España y al parque de María Luisa. Su elemento principal es el arco monumental, construido1 en 1929 por Vicente Traver con motivo de la Exposición Universal. La figura central es una alegoría de España obra de Manuel Delgado Barackenbury, mientras las dos laterales fueron talladas por Enrique Pérez Comendador y representan alegorías de la riqueza espiritual y la riqueza material.
El nombre de la glorieta se debe a que en sus cercanías estuvo ubicado un convento de franciscanos consagrado a san Diego, hoy desaparecido. Este convento fue fundado extramuros en 1589, pero su proximidad al Guadalquivir y a un antiguo afluente suyo, el Tagarete, hoy desviado, le hacía víctima de frecuentes riadas, por lo que la comunidad decidió abandonarlo en 1784 trasladándose al interior de la ciudad. El edificio, desacralizado, fue vendido a un industrial inglés que lo convirtió en fábrica de curtidos, quedando abandonado hacia mediados del siglo XIX. Posteriormente fue adquirido por los duques de Montpensier, que lo incorporaron a los terrenos del vecino palacio de San Telmo habilitándolo para alojamiento de la servidumbre, pero no mucho después, en 1893, sería cedido al Ayuntamiento sevillano, el cual procedió al derribo para trazar sobre su solar la actual avenida de María Luisa2.
Rótulo del
callejón de San Diego. Fotografía tomada de
http://sevilladailyphoto.blogspot.com.es
El callejón de San Diego, del que tuve conocimiento por una página web sevillana3, es un estrecho callejón sin salida situado en la plaza de los Venerables, en pleno corazón del barrio de Santa Cruz y junto a la emblemática Hostería del Laurel. Debido a que era el único acceso a la cercana plaza de los Desafíos, lugar donde solían tener lugar los duelos, fue clausurado por las autoridades municipales a principios del siglo XIX, pasando a convertirse la plaza en el jardín de una vivienda vecina. El callejón, cegado en uno de sus extremos y cerrado por una verja en el otro, ha llegado no obstante hasta nuestros días, aunque no figura en el callejero oficial de Sevilla.
El barrio de San Diego, por último, se encuentra al noreste de la ciudad, entre la ronda norte y el parque de Miraflores. Está bastante alejado del casco antiguo -unos cinco kilómetros- y, conforme a las fotografías de Google Maps, parece ser uno de tantos barrios obreros construidos en las ciudades españolas durante los años sesenta y setenta del pasado siglo.
1
http://sevilladailyphoto.blogspot.com.es
2
http://www.sevillapress.com
3
http://sevillanadas.blogspot.com.es
Publicado el 12-6-2013
Actualizado el 29-5-2014