Soy de la opinión de que los carteles de Semana Santa suponen no sólo una publicidad importante de esta celebración religiosa, sino asimismo un testimonio de primera mano sobre el patrimonio religioso de nuestra ciudad. Y no debo de ser el único en pensar así, puesto que en los últimos años, además del cartel oficial de la Junta de Cofradías, todas las cofradías editan los suyos propios, lo que me ha permitido reunir una colección considerable de ellos, muchos de los cuales presentan además una calidad artística muy notable.

Sin embargo la costumbre de editar estos carteles -me refiero a los oficiales-, al menos en su etapa moderna, es bastante reciente, ya que fue en 1988 cuando el Ayuntamiento, por iniciativa del concejal José Macías, decidió involucrarse en la organización de una Semana Santa entonces moribunda, encargando a Luis Alberto Cabrera una magnífica fotografía del Cristo de los Doctrinos que aún hoy, me atrevería a decir, no ha sido superada.

A este cartel siguieron bastantes más, hasta veinticuatro en total a la espera de que vea la luz el de este año, lo que nos permite disponer de un amplio listado para estudiar cual ha sido su evolución a lo largo de este cuarto de siglo. Y como resulta un tema interesante, vayamos a ello.

En general, puede decirse que han coexistido dos líneas principales, las cuales se han venido intercalando de una manera un tanto al azar. Aunque la mayoritaria ha sido, con diferencia, la representación de las diferentes imágenes y pasos procesionales existentes en Alcalá, en algunas ocasiones fueron convocados concursos fotográficos en los que el premio era la elección de la fotografía galardonada como ilustración del cartel.

Al día de hoy la mayoría de las imágenes que procesionan en la Semana Santa de Alcalá han contado ya con su respectivo cartel, con algunas excepciones que enumeraré más adelante. Tres de ellas -el Cristo de los Doctrinos, la Virgen de la Soledad y Jesús de Medinaceli- lo fueron en dos ocasiones, motivados los dos últimos casos por la coronación de la Virgen de la Soledad y el cincuentenario de la cofradía de Jesús de Medinaceli, respectivamente. Un año más, 2003 concretamente, el cartel consistió en un montaje con las fotografías de todos los pasos, interesante desde el punto de vista documental pero bastante mediocre desde el artístico.

Del resto de los carteles, los de 1997 y 2006 fueron fruto de concursos fotográficos. Tengo mis dudas sobre si los de 2008 y 2011 tuvieron también su origen en una iniciativa similar o si, por el contrario, fueron de encargo, aunque temáticamente resultan ser muy similares a los anteriores. Sin pretender en modo alguno hacer un juicio de valor sobre su calidad artística, que la tienen, todos ellos tienen en común que reflejan aspectos muy concretos de la Semana Santa alejándose de la iconografía de la misma.

Aunque es evidente que sobre este tema cada cual tendrá su propio criterio, todos ellos exactamente igual de respetables, lo cierto es que el mío pasa por considerar a los carteles como un testimonio gráfico del patrimonio iconográfico y cofrade incluso de cara a la historia, razón por la que a título personal me decanto por las fotografías de las imágenes y los pasos procesionales. Y aunque la mayoría de los carteles, alrededor de veinte, se ciñen precisamente a estos parámetros, desde mi punto de vista todavía quedaría mucho por hacer. Veamos el qué.

De momento, convendría empezar por los pasos que todavía no han dispuesto de cartel propio. En estos momentos, y dando por descontado que el cartel de este año estará destinado al paso de la Entrada de Jesús en Jerusalén -aunque éste todavía no se ha hecho público-, nos quedaría el de los Atributos de la Pasión, de la cofradía del Santo Entierro. A éste habría que sumar los dos de la cofradía del Cristo de la Agonía, ambos ampliados hace pocos años con sendas imágenes, la de María Magdalena el del Cristo titular, y la de la Verónica el de Jesús con la Cruz a Cuestas.

Tampoco podemos olvidarnos, por supuesto, de los dos pasos de misterio que actualmente están incompletos, las Negaciones de San Pedro y el Descendimiento; aunque en este caso no sé si sería mejor esperar a que fueran completados, lo que sin duda llevará algunos años, o bien optar por la representación parcial de lo ya existente. Por último, podríamos incluir también a los dos pasos que desde hace algunos años intervienen en celebraciones vinculadas a la Semana Santa -los dos Vía Crucis previos al Domingo de Ramos- aunque no pertenezcan a la programación oficial de la misma: el Jesús Nazareno con la Cruz a Cuestas del convento de la Imagen y el Jesús Cautivo del de las Úrsulas, bajo la responsabilidad respectiva de las cofradías de la Columna y de la Agonía.

De todos modos, y aunque se acabaran “agotando” todos los pasos disponibles, no por ello faltarían motivos a los que recurrir. Por un lado, algunas de las fotografías reproducidas en los carteles de años atrás no hacen demasiada justicia a las imágenes que representan, por lo que serían francamente mejorables. Por otro, en la totalidad de los casos nos encontramos con un primer plano de la imagen, cuando no con la representación del busto e incluso tan sólo del rostro, por lo que carecemos de carteles que reflejen no ya las imágenes completas, sino los pasos en su totalidad; que, recordémoslo, no son tan sólo éstas sino también los tronos, las decoraciones florales e, incluso, sus portadores.

Ésta es, a mi modo de ver, la verdadera asignatura pendiente de los carteles de la Semana Santa complutense: no disponemos ni de uno solo en el que se aprecie una imagen, o un paso de misterio, tal como salen en procesión. Y es una pena, tanto por el potencial artístico de este tipo de motivos, como por lo que tendría de testimonio gráfico para las generaciones futuras.

Al menos, ésta es mi opinión...

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Nota de diciembre de 2013

Efectivamente, el cartel de la Semana Santa de 2012 fue el de la Entrada de Jesús en Jerusalén, y el de la de 2013 estuvo dedicado al paso de misterio del Descendimiento. El resto de los pasos e imágenes enumerados siguen estando disponibles, y a ellos se ha sumado la nueva imagen de la Virgen de la Salud y el Perpetuo Socorro, cuya primera salida procesional en el Domingo de Resurrección -hizo una extraordinaria, con motivo de su bendición, en junio de 2013-, está prevista para la Semana Santa de 2014.